Latam.
22 Ene, 2025
Nuevo año El sector del combustible costarricense espera para este año retos regulatorios y climáticos
El país mantiene un modelo estable de distribución de combustibles, enfocado en la calidad del servicio y la uniformidad de precios, mientras enfrenta desafíos y evalúa posibles cambios en la apertura del mercado.

Costa Rica se posiciona como un modelo de estabilidad en la distribución de combustibles, en un contexto regional donde las interrupciones y los desafíos son comunes. Con una estructura que combina regulación, innovación y compromiso, el país ha logrado mantener un suministro confiable y competitivo, incluso frente a retos como el fenómeno de “el niño”. 

En este sentido, José Miguel Masís, Director Ejecutivo de la Cámara de Empresarios del Combustible conversó con Surtidores Latam y expresó que la distribución del país es muy estable y no se presentan situaciones abruptas. “Sin embargo, el año pasado enfrentamos ciertos riesgos debido a factores climáticos, que planteó incertidumbre sobre posibles recortes eléctricos. Esto amenazaba a las Estaciones de Servicio que no contaban con sistemas alternativos como plantas eléctricas. Por suerte, para este año, con la llegada de `la niña´, se espera una abundancia de agua y, con ello, una generación eléctrica suficiente”, explicó Masís.

Cabe aclarar que Costa Rica opera bajo un modelo de precio único para la gasolina a nivel nacional, una política gestionada por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope). “Somos un servicio público, y como tal, la definición del costo de los productos la realiza la refinadora. Esto asegura un concepto de valor igualitario para todos los consumidores”, aseguró el Director Ejecutivo.

Este sistema de tarifas se sostiene gracias a un esquema de subsidio cruzado, donde las regiones de alto consumo subsidian las áreas más alejadas del país, garantizando así la accesibilidad en todo el territorio nacional.

La uniformidad de las tarifas desplaza la competencia hacia el terreno de la atención al cliente. “La verdadera competencia radica en la calidad que ofrece cada estación. Las expendedoras están comprometidas con brindar un servicio de excelencia, y nosotros, como Cámara, hemos jugado un papel fundamental capacitando en competencia y excelencia”, destacó Masís.

No obstante, existen desafíos para mantener esta estabilidad. Algunos distribuidores no tradicionales, que operan fuera de estaciones fijas, han comenzado a establecer tarifas diferentes, alterando el equilibrio de costos y generando tensiones en el mercado. “Es clave una regulación adecuada para garantizar la estabilidad del sistema y evitar que estas prácticas afecten la competencia”, puntualizó.

En el plano político, este año trae consigo debates sobre la apertura del mercado impulsados por iniciativas en la Asamblea Legislativa relacionadas con Recope. Según Masís, la Cámara estará atenta a estas propuestas para evaluar sus beneficios y, en caso necesario, presentar objeciones fundamentadas.

En cuanto al ámbito económico, las perspectivas son alentadoras. La distribución de combustibles ha mantenido un crecimiento anual constante del 4%, lo que refleja una demanda estable y en ascenso. “Nuestro compromiso sigue siendo apoyar a los empresarios del combustible, no solo en la parte institucional, sino también en las operaciones cotidianas”, concluyó Masís.

 

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