La operación de una Estación de Servicio a nivel nacional está sujeta a un requisito importante: contar con la certificación que avale el cumplimiento de la normatividad técnica aplicable.
Cabe mencionar que esta exigencia es más que una formalidad, ya que la misma determina si una gasolinera puede continuar funcionando y realizando compras de combustible.
Isabel Cristina Cifuentes López, gerente del Instituto Colombiano de Certificación (ICC), dialogó con Surtidores LATAM y explicó que “para obtener la certificación debe llevar a cabo el proceso de inspección con el fin de verificar los requisitos de la normatividad aplicable”.
En ese sentido, la referente mencionó que el proceso no solo es evaluativo, sino también correctivo para las Estaciones de Servicio, en caso de que se identifiquen irregularidades.
La gerente precisó que “en caso de que tengan algún hallazgo de no conformidad deben solucionarlo en los tiempos establecidos”, lo que implica que las gasolineras deben realizar los ajustes necesarios dentro de los plazos definidos por el proceso de inspección.
Una vez culminadas las etapas del proceso, si todo está conforme, se emite el certificado correspondiente. Este documento es el que permite a la Estación de Servicio mantener activo su código en el Sistema de Información de Combustibles (SICOM), una herramienta que es fundamental para la compra y distribución de productos.
Según la referente, la certificación no solo busca el cumplimiento normativo, sino también promover estándares de calidad, seguridad y sostenibilidad en la cadena de distribución en el país.
“El beneficio que obtiene al tener la certificación es poder seguir operando ya que si no tiene la certificación le bloquean el código SICOM para poder realizar órdenes de compra”, concluyó Cifuentes López.
0 comentarios