Pese a los compromisos oficiales para evitar incrementos abruptos en los precios de los combustibles, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que, por segunda semana consecutiva, no se otorgarán estímulos fiscales a las gasolinas ni al diésel. La medida fue oficializada el viernes 2 de mayo a través del Diario Oficial de la Federación (DOF), generando incertidumbre entre consumidores y especialistas del sector energético.
De acuerdo con el esquema vigente, los consumidores deberán seguir pagando el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en su totalidad. Para la gasolina Magna, conocida como “gasolina verde”, el cobro del IEPS se mantiene en 6.45 pesos por litro. Esta situación se da luego de que la última vez que recibió apoyo fiscal fue a inicios de abril, con un estímulo de 11.06 pesos.
El panorama no es diferente para la gasolina Premium. Este combustible dejó de recibir estímulo fiscal desde octubre de 2023 y, hasta la fecha, no ha habido cambios. En consecuencia, el pago del IEPS para esta presentación se mantiene en 5.45 pesos. El diésel, por su parte, también había registrado un breve respiro fiscal durante la primera semana de abril, con un modesto estímulo de 0.28%, pero esta semana vuelve a quedar sin apoyo, con un IEPS fijo de 7.09 pesos por litro.
En diálogo con Surtidores Latam, Alejandro Montufar, CEO de PetroIntelligence, ha señalado que la política de estímulos está estrechamente vinculada con los precios internacionales de referencia. En palabras del especialista, cuando los precios globales de los combustibles se estabilizan o bajan, Hacienda suele retirar el apoyo para fortalecer la recaudación a través del IEPS, un impuesto que, aunque es indirecto, repercute directamente en el consumidor.
A este escenario se suma un acuerdo impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum, mediante el cual se fijó un precio máximo de 24 pesos por litro para la gasolina Magna. Este pacto, alcanzado en conjunto con empresarios, tiene una vigencia de seis meses y busca prevenir los llamados “gasolinazos” durante el actual sexenio. En el documento, Hacienda se comprometió a proporcionar estímulos fiscales como parte del esfuerzo por contener precios, sin embargo, la continuidad de esa promesa parece haberse puesto en pausa.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), encargada de vigilar el cumplimiento de dicho acuerdo, ha intensificado las inspecciones en estaciones de servicio. Cuando se detectan abusos, las gasolineras son exhibidas públicamente con lonas que advierten “No cargues aquí”. Además, se ha habilitado una plataforma digital en forma de mapa interactivo que permite a los conductores identificar los establecimientos que sí respetan los precios pactados o incluso ofrecen tarifas por debajo del promedio.
Más allá del compromiso presidencial y las medidas de vigilancia, la falta de estímulos fiscales sostenida podría traducirse en una presión sostenida sobre los precios finales, sobre todo si los precios internacionales repuntan en las próximas semanas.
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