Con la intención de evitar ser detectados, los mismos cavan túneles para conectar sus mangueras a los poliductos y así obtener combustible. Esta semana, la Guardia Nacional encontró uno de estos sistemas en la brecha del poblado de Cuautepec de Hinojosa, en el estado de Hidalgo.

Se trata de un túnel angosto que no supera el metro de altura, que inicia en el jardín de una casa y termina a media calle. El personal de seguridad física de Pemex la encontró gracias aún reporte ciudadanos realizado a personal de la Guardia Nacional.

De acuerdo con las autoridades estos pozos de huachicol son cada vez más comunes y Cuautepec de Hinojosa es el municipio con el mayor número de tomas clandestinas del país hasta el momento. 

El mismo era un pueblo sin ley a donde ninguna autoridad podía entrar porque los huachicoleros obligaban a los ciudadanos a levantarse en armas en contra de cualquier corporación que quisiera intervenir. 

Desde hace tres meses la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Policía Estatal de Hidalgo realizan un operativo para desarticular a estas bandas. 

Por otro lado, uno de los verdaderos problemas es que la mayoría de los habitantes de Cuautepec de Hinojosa se dedican a la extracción y comercialización de carburante robado.

El litro de huachicol ronda los 20 pesos, mientras que el costo en las estaciones de servicio es de 24.21 pesos. Por tal motivo, el comprador que opta por acudir al mercado negro de la hidrocarburos aunque sólo se ahorra alrededor de cuatro pesos y corre el riesgo que el motor del vehículo puede sufra daños ya que este producto no cuenta con todos los procesos de refinación.

El fenómeno de esta región es que conviven fincas de construcción humilde con grandes residencias en medio de la nada, las cuales, según las autoridades, son producto de las ganancias del tráfico ilegal de gasolina.