Ubicada en la comuna de Vitacura, Santiago, la empresa Copec acaba de inaugurar una Estación de Servicio que expende energía 100 por ciento eléctrica y cuya marquesina ha sido diseñada y construida íntegramente en madera industrializada. El proyecto se erige como el primero de su tipo en Chile y uno de los pocos a nivel mundial.
Fernando Marcone, subgerente de Construcción en Madera de Hilam Arauco, describe la iniciativa como «una gran puerta de entrada para posicionar la construcción en madera«, abriendo el debate sobre su uso, desmitificando prejuicios y educando sobre sus propiedades.
La estación no solo destaca por su innovador material, sino por el enfoque colaborativo que dio vida al proyecto. Se utilizaron aproximadamente 45 metros cúbicos de pino radiata, con madera laminada encolada para las vigas y CLT para aportar estabilidad estructural. Incluso el cielo raso está hecho de este material, ofreciendo un acabado estético y funcional que armoniza con el concepto de sostenibilidad.
La marquesina actúa como un prototipo a escala real para evaluar la viabilidad de este sistema constructivo. Si bien los costos iniciales son ligeramente superiores a los de una estación convencional, la expectativa es que futuras iteraciones optimicen tiempos y reduzcan el uso de materiales, haciéndolas aún más competitivas y sostenibles.
«Sabíamos que esta estructura generaría un impacto significativo por su visibilidad y por lo que representa«, afirma Marcone. La presencia de Copec, una marca reconocida en todo Chile, usando madera en lugar de materiales tradicionales, plantea preguntas importantes sobre la sostenibilidad: ¿por qué madera?, ¿Qué implica en términos de deforestación y gestión ambiental?
Marcone enfatiza que la percepción de la madera como un recurso limitado y asociado a la deforestación es un mito que debe ser desmantelado. «Cuando se maneja de forma sustentable, la madera es todo lo contrario«, asegura. Los árboles absorben carbono mientras crecen, pero una vez que alcanzan la madurez, su capacidad de captura disminuye. La solución: cosechar, replantar y continuar el ciclo, manteniendo un flujo constante de absorción de CO2. La madera extraída sigue almacenando carbono, contribuyendo a la reducción de gases de efecto invernadero.
Este ciclo sostenible convierte la gestión forestal en una herramienta clave para combatir el cambio climático. La construcción en madera industrializada, lejos de ser un retroceso, es un avance hacia ciudades que no solo consumen recursos, sino que también los gestionan de forma responsable. En palabras de Marcone, «en lugar de generar emisiones de carbono, como ocurre con materiales tradicionales como el cemento y el acero, la madera permite almacenarlo dentro de las propias ciudades».
Muy linda cubierta, pero una pregunta… Como cumple con la normativa en construcciones respecto de la resistencia de los materiales (no inflamables) en caso de incendio en las islas y evitar que la cubierta colapse?…o es que las regulaciones internacionales no aplican en este caso?…Gracias.