México.
21 Mar, 2025
Opinión La transición energética y el gas natural: ¿cuál es la situación actual de México?
Las oportunidades se reducen mientras avanzan los cambios en el mercado energético global.

El gas natural se ha convertido en un elemento importante para la transición energética global, y mientras muchos países aprovechan esta oportunidad, México se enfrenta a diferentes desafíos. Según expresó Ramsés Pech, especialista en energía, a Surtidores Latam, el país depende en gran medida de las importaciones de Estados Unidos y corre el riesgo de perder un negocio altamente.

El GN puede transportarse a través de ductos o en embarcaciones especializadas, un sistema que EEUU domina con una red de infraestructuras que le permite exportar gas a todo el mundo. «México no ha logrado consolidar su producción interna y, en lugar de ser un actor clave en la exportación de GNL, se limita a importar gas para cubrir su propia demanda», explicó Pech.

Estados Unidos ha intensificado su producción a través del fracking y ha levantado restricciones para incrementar sus exportaciones de GNL. «La Unión Europea está comprando grandes cantidades de gas estadounidense para reducir su dependencia de Rusia, lo que ha disparado la demanda. Sin embargo, México sigue sin contar con reservas estratégicas y depende del gas importado, con solo dos días de almacenamiento disponible», detalló.

Actualmente, el país azteca tiene cuatro proyectos de plantas de licuefacción, tres en el Pacífico y una en el Golfo de México. «Estos proyectos podrían verse afectados si Estados Unidos decide restringir el suministro de gas para su procesamiento en México», advirtió Pech.

Las plantas en el Pacífico, como Energía Costa Azul, podrían representar una ventaja estratégica debido a su cercanía con Asia, reduciendo hasta en un 55% los costos de transporte en comparación con los envíos desde Texas o Luisiana a través del Canal de Panamá. No obstante, esto solo será viable si Estados Unidos no limita el gas enviado a México.

A través de los datos se puede observar que el suministro mundial de GNL alcanzó los 400 millones de toneladas y se espera que crezca entre un 5% y 10% en 2025. Para 2050, la demanda podría superar los 1,500 millones de toneladas. «Estados Unidos está consolidándose como el principal proveedor de gas natural licuado del mundo, con más de 900.000 pozos operativos y planes para incrementar su producción», indicó.

«México sigue dependiendo de la voluntad de su país vecino para acceder al gas necesario para su consumo interno y para cualquier intento de entrar al negocio del GNL», subrayó Pech. La falta de infraestructura interna para el transporte de gas seco y la ausencia de políticas energéticas agresivas han dejado al país sin un papel relevante en el mercado global.

«Si las negociaciones comerciales no garantizan el acceso continuo al gas, el país seguirá limitado a ser un simple consumidor en lugar de un competidor», concluyó Pech.

 

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