Gastón Favereau CEO de ATIO Internationa

Favereau de ATIO Internacional: “El modelo de autoservicio comienza en el dispositivo del cliente”

Argentina.
10 Jun, 2025
Digitalización Los surtidores al servicio del cliente: la infraestructura tecnológica detrás del autodespacho
La desregulación del expendio de combustibles en las Estaciones de Servicio impulsa una transformación operativa. Gastón Favereau, CEO de ATIO International, detalla los requerimientos técnicos, desafíos de integración y oportunidades de eficiencia que plantea el nuevo modelo.

La escena comienza a ser cada vez más frecuente: conductores que llegan a una estación de servicio, se posicionan frente a un surtidor, activan una aplicación móvil y gestionan de forma autónoma el proceso de carga. El autoservicio, habitual en mercados internacionales, comienza a tomar forma en Argentina tras la desregulación de esta modalidad. El cambio no es únicamente de hábito: exige una profunda actualización tecnológica e integración de sistemas que, hasta ahora, operaban de forma fragmentada.

En la primera década de los 2000, compañías líderes del sector habían introducido sistemas de pago moderno en surtidores. Sin embargo, las condiciones macroeconómicas y un entorno normativo restrictivo interrumpieron ese desarrollo.

Con un nuevo marco regulatorio y una sociedad digitalizada, el escenario es radicalmente distinto. Los usuarios ya están habituados a realizar pagos con el celular, escanear códigos QR y utilizar billeteras virtuales. Paralelamente, la madurez tecnológica actual permite desplegar plataformas de gestión interoperables, cloud-native, seguras y escalables.

Sin embargo, la infraestructura tradicional de las estaciones presenta múltiples cuellos de botella. Cada operación de carga involucra un flujo de información que atraviesa distintos sistemas: punto de venta (POS), programas de fidelidad, control de stock, facturación electrónica, autorización bancaria, despacho de combustible y monitoreo del surtidor. En la mayoría de los casos, estos módulos no se comunican entre sí de forma nativa, lo que obliga a replicar datos, ralentiza la operación y dificulta la trazabilidad.

El modelo de autoservicio impone una lógica inversa: la operación ya no comienza en el surtidor ni en la caja, sino en el dispositivo del cliente”, explica Gastón Favereau, CEO de ATIO International. Es el sistema móvil el que inicia la reserva del surtidor, valida la identidad, autoriza el despacho y procesa el pago. Para que esto funcione, la estación necesita una arquitectura basada en APIs abiertas, conectividad estable, sincronización en tiempo real y protocolos internacionales como IFSF o EPS.

En este contexto, los proveedores tecnológicos cumplen un rol estratégico. Plataformas como Gilbarco Veeder-Root, Dover Fueling Solutions y desarrollos locales como ATIONET ya operan con estas capacidades. Esta última procesa millones de transacciones regionales desde Argentina, con soluciones de integración omnicanal, control online de surtidores y motores de validación antifraude en la nube.

Desde el punto de vista del modelo de negocio, la digitalización también permite reconfigurar el rol de la estación. A medida que el margen sobre la venta de combustibles disminuye, crecen las oportunidades en torno a servicios de valor agregado: tiendas de conveniencia, lockers logísticos, cargadores para vehículos eléctricos, estaciones multipropósito y membresías digitales.

El desafío principal no radica en la falta de tecnología, sino en la actualización de los sistemas existentes y en la voluntad de adopción del operador. Migrar a esquemas interoperables, con procesamiento descentralizado, monitoreo en tiempo real y trazabilidad completa, requiere inversión en hardware, software y capacitación. “La posibilidad de incorporar tecnologías como blockchain, por ejemplo, podría permitir registrar cada transacción con integridad criptográfica, habilitando auditorías automáticas y nuevos modelos de monetización de datos”, opina el ejecutivo.

La transición hacia el autoservicio no es solo un fenómeno de modernización operativa: es una reingeniería del proceso completo de despacho, cobro y relación con el cliente. La implementación exitosa dependerá de la capacidad de integración entre los distintos sistemas, de la ciberseguridad de la infraestructura y del cumplimiento normativo asociado a medios de pago, datos personales y seguridad operacional.

“La industria argentina tiene hoy una oportunidad concreta de recuperar competitividad tecnológica, mejorar la experiencia del usuario y generar empleo calificado en el desarrollo e implementación de soluciones. El ecosistema está preparado. Las herramientas están disponibles. El contexto normativo acompaña. La transición técnica ya comenzó. Queda pendiente la decisión estratégica de implementarla a escala”, subrayó el CEO de ATIO International.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Seguir Leyendo

Síguenos
en nuestras redes