En un contexto global cada vez más comprometido con la sostenibilidad, la industria energética en México enfrenta el reto de balancear su dependencia histórica de los combustibles fósiles con la necesidad de una transición hacia fuentes de energía más limpias. En conversación con Surtidores Latam, Guillermo Gómez, CEO de G2H, ha compartido su perspectiva sobre el futuro de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en esta encrucijada medioambiental.
El especialista destacó que, aunque México continúa descubriendo y explorando petróleo, la sostenibilidad requiere un cambio significativo en la estrategia de Pemex. La empresa estatal debe trazar rutas claras para fortalecer su papel en la transición energética.
«Pemex tiene la oportunidad de cumplir con sus compromisos de reducción de emisiones mediante la adopción de tecnologías avanzadas», explicó Gómez. La clave radica en actualizar sus procesos y utilizar in situ el metano que actualmente se emite.
Aunque la búsqueda de hidrocarburos no disminuirá en el corto plazo, la empresa debe encontrar maneras de integrar prácticas más limpias y sostenibles en sus operaciones.
Un área de gran interés es la producción y uso del hidrógeno verde en las refinerías. A diferencia del hidrógeno gris, que se obtiene mediante el reformado de gas natural y es altamente contaminante, el hidrógeno verde se produce utilizando fuentes de energía renovables como la solar y la eólica. Gómez mencionó que proyectos que buscan «re-enverdecer» los procesos en las refinerías de Pemex podrían conducir a la producción de combustibles más limpios.
«El H2 gris ha sido utilizado en las refinerías durante muchos años, pero es crucial que Pemex transite hacia el uso de hidrógeno verde», subrayó. Este cambio no sólo reduciría las emisiones, sino que también mejoraría la rentabilidad de los procesos a largo plazo.
Según el experto, México posee un enorme potencial para la producción de hidrógeno verde debido a sus abundantes recursos de energía solar y eólica. Estudios realizados por organizaciones y consultoras de renombre indican que el país podría convertirse en un hub global de hidrógeno verde. Sin embargo, es fundamental que esta producción se utilice primero a nivel nacional antes de considerar la exportación.
«El reto principal es desarrollar la infraestructura necesaria para producir y utilizar hidrógeno verde en el país», comentó Gómez. Asimismo señaló que las zonas norte-noreste y sur-sureste de México son particularmente prometedoras para este tipo de proyectos, debido a sus condiciones geográficas favorables para la generación de energía renovable.
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