Regulación de gasolineras en México
México.
31 Jul, 2025
Economía Pemex apuesta a los combustibles para sostener su balance, pero enfrenta severas limitaciones operativas
Con menor capacidad de refinación, un gasto acelerado en exploración y deudas crecientes, la petrolera estatal depende cada vez más de la venta de gasolina y diésel para mantenerse a flote.

El balance del primer semestre de 2025 presentado por Pemex expuso tanto sus avances como sus vulnerabilidades. Si bien la empresa reportó una utilidad neta cercana a los 16.000 millones de pesos, el análisis detallado de su operatividad revela un panorama complejo, donde los combustibles se consolidan como su principal fuente de ingresos, en contraste con una actividad de exploración en declive y una pesada carga financiera.

En diálogo con Surtidores Latam, Ramses Pech, analista energético, ofreció un análisis exhaustivo de las cifras y advirtió que el sistema nacional de refinación hoy opera con una capacidad efectiva de 1.4 millones de barriles diarios, cuando originalmente fue diseñado para procesar hasta 1.6 millones. “Este ajuste no es menor, responde tanto a las condiciones físicas de las refinerías como a la calidad de los crudos disponibles y a las restricciones ambientales actuales”, explicó.

A pesar de la incorporación de la refinería Olmeca al sistema, el nivel de utilización apenas alcanza el 54% de la capacidad instalada. “Sin esta revisión técnica que se realizó, el uso real hubiera sido de apenas el 49%, una cifra alarmante para una empresa que aspira a ser autosuficiente en combustibles”, señaló Pech.

En el área de exploración y producción, la situación es aún más crítica. Ya se ejecutó más del 75% del presupuesto asignado para el año, pero solo se han perforado 25 pozos de los 225 previstos. “La brecha entre lo planeado y lo ejecutado es enorme. Si no se ajustan los ritmos de gasto y operación, será imposible cumplir con las metas productivas para fin de año”, advirtió Pech, quien también destacó que esta desaceleración golpea de lleno a los proveedores, concentrados mayoritariamente en esta área.

Según el especialista, la deuda con proveedores pasó de 404.000 a 430.000 millones de pesos en apenas un semestre. “Estamos hablando de un crecimiento del 6% en la deuda reconocida, sin contar los compromisos que aún no están formalizados. Esta bola de nieve puede comprometer aún más las operaciones si no se frena el deterioro financiero”, dijo.

En contraste, la buena noticia para Pemex vino de la mano del tipo de cambio: gracias a una utilidad cambiaria de más de 120,000 millones de pesos, se logró cerrar el semestre con un resultado positivo. Sin embargo, Pech aclaró que “esta ganancia no representa flujo real de efectivo, sino un ajuste contable derivado de un tipo de cambio más favorable al estimado. Es importante no confundirlo con ingresos operativos”.

En términos de ingresos, el 60% proviene de la venta de gasolina, diésel y crudo. Las exportaciones de crudo y condensados cayeron del 23% al 19% del total de ingresos, mientras que la venta de combustibles mantiene su peso estratégico. “Pemex produce, importa y vende combustibles. Hoy, el negocio más rentable de la empresa no es la extracción, sino la comercialización de gasolina y diésel. De ahí se sostiene gran parte del balance operativo”, remarcó Pech.

En este sentido, el especialista proyecta que la petrolera buscará consolidar más del 90% del mercado interno de combustibles, en un intento por sostener su flujo de ingresos ante el estancamiento de otras áreas. “El futuro inmediato de Pemex está más vinculado a lo que pasa en las Estaciones de Servicio que en los campos petroleros”, resumió.

 

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