Raffo se mostró a favor de la liberalización de la importación de combustibles

Uruguay.
18 Abr, 2024
¿El final de la refinación? Plantean desmonopolización de los combustibles como modo de reducir el precio de venta al público
Precandidata del Partido Nacional Laura Raffo dijo que la libre importación ofrecerá mayor competitividad.

Las manifestaciones de dos precandidatos en la Expo Melilla 2024, trajeron nuevamente al tapete una vieja idea del presidente Luis Lacalle Pou en cuanto a desmonopolizar los combustibles en Uruguay.

Laura Raffo y Gabriel Gurméndez aprovecharon la exposición que se realiza una vez al año, para lanzar sus ideas en torno a este punto.

Esta idea cobra ahora especial énfasis al ser parte de los programas de Gobierno tanto de Gurméndez como de Raffo, aunque naturalmente en el caso de ambos dirigentes, habrá que esperar el resultado de la internas de junio para que -en caso de resultar triunfadores en sus colectividades- los respectivos programas pasen a ser la “espina dorsal” de los postulados de los dos socios de la coalición e incluyan este punto de la desmonopolización, como ocurrió en 2019 con el triunfo de Lacalle Pou.

La ejecución de una medida de este tipo, conlleva a varias modificaciones en el mercado uruguayo:

LIBRE IMPORTACIÓN

Con ANCAP, cuya ley de creación en 1931 le consagra en su Artículo 1 el monopolio del negocio del combustible, Uruguay ha regulado sus precios, marcando los costos de todos los productos de acuerdo a criterios establecidos por el gobierno, sin distinción de distancias (el litro de nafta Super 95 cuesta lo mismo en Montevideo o en Artigas).

En este escenario, el ente petrolero refina (desde 1931) los combustibles en su planta La Teja, distribuyéndolo a las compañías (sellos) en similares condiciones comerciales.

La propuesta de Raffo, establece quitarle a ANCAP el monopolio sobre los refinados, habilitando su libre importación lo que obviamente implicará la liberalización de los precios al entrar el mercado en una “libre competencia”.

Si bien la dirigente nacionalista explicó en su discurso en Expo Melilla que con esta medida se espera darle mayor competitividad al agro nacional, lo que se traduciría –según Raffo- en una baja de precios, la realidad internacional ante cambios de este tipo han mostrado que los combustibles, como fue el caso de México o Chile, entre otros.

PRECIOS DIFERENCIALES

La liberalización de importación, habilitaría que cada distribuidora marcara sus precios de acuerdo a los precios con que hubiera adquirido el combustible.

De esta forma, para el caso de Uruguay, sellos como ANCAP o AXION, podrían exhibir un PVP diferente en sus pistas, como ocurre en Brasil o Argentina.

A esto debe sumársele que también se habilitarían los precios diferenciales en función de la distancia del transporte dentro del territorio nacional.

BANDERA BLANCA

Otra característica de esta modalidad del negocio es la “bandera blanca”, un status en el que un estacionero podría operar su establecimiento prescindiendo del sello, exhibiendo su propia bandera o marca.

En este caso o bien podría importar su propio combustible, así como adquirírselo a cualquiera de las distribuidoras, al precio más conveniente.

LOS BROKERS

Una figura conocida en los mercados de libre importación son los denominados “brokers” dicho de otra forma “los mayoristas de combustible”. Compañías que precisamente se encargan de la compra de grandes volúmenes en los  mercados de referencia para comercializarlos en los países al minoreo.

Todos estos meses en que no funcionó la refinería, ANCAP por ejemplo apeló a los brokers, licitando los embarques de combustibles.

De todos modos, el propio estacionero podría –si fuera conveniente- importar combustible, aunque esto tiene un problema: el almacenamiento en tanques especiales de gran volumen que complicaría esta modalidad.

LOS IMPUESTOS EN URUGUAY

Allende las propuestas de Raffo y Gurméndez, el mayor peso que recae sobre los combustibles en Uruguay, son los impuestos nacionales (IMESI y CO2), que representan hoy sumados, 34 pesos en un litro de Nafta Super 95 que cuesta $ 76.54. Sin este gravamen el litro del combustible costaría $ 42.50.

No hay duda que el problema no está en si refinar o si importar, sino que radica en los impuestos.

Etiquetas de la nota: combustibles

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