El Congreso colombiano aprobó este viernes la reforma laboral impulsada por el gobierno de Gustavo Petro. La noticia generó inquietud en distintos sectores económicos, como es el caso de las Estaciones de Servicio.
Johan Efraín Mejía Mejía, propietario y administrador de la Estación de Servicio Texaco Hayuelos, ubicada en la ciudad de Bogotá, dialogó con Surtidores LATAM y expresó su preocupación frente al nuevo panorama que plantea la reforma.
“Según nuestras estimaciones preliminares, los costos de nómina podrían incrementarse entre un 8% y un 10% mensual, esto, considerando que el personal representa alrededor del 40% de los costos operativos de una Estación de Servicio”, indicó el empresario.
Para Mejía, este ajuste tendría efectos directos sobre la estabilidad financiera. “Esto tendría un impacto importante sobre la sostenibilidad financiera del negocio”, advirtió, al tiempo que destacó que el margen de maniobra de muchas gasolineras es limitado.
Frente a esta situación, el empresario no descartó que comiencen a surgir cambios estructurales en el modelo de atención al cliente. “Ante este panorama, no descartamos que el modelo de autoservicio comience a cobrar mayor relevancia o, en el peor de los casos, se vean obligadas a una reducción en el número de empleos”, manifestó.
Mejía también señaló que, más allá del aumento de costos, existe una gran incertidumbre sobre cómo se aplicarán ciertos puntos clave de la reforma impulsada por el Gobierno Nacional.
“Todo esto, además, sin tener claridad aún sobre cómo se modificarán aspectos críticos como los modelos de contratación, los procesos disciplinarios, la jornada laboral semanal o el otorgamiento de licencias remuneradas, entre otros”, expresó.
En su opinión, el problema radica en que la reforma no ha considerado las particularidades del sector de combustibles. “En definitiva, este tipo de reformas, sin un análisis profundo de las particularidades de nuestro sector, terminará afectando seriamente la competitividad de la industria”, concluyó Mejía.
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