En un momento clave para la política energética de México, Claudia Sheinbaum Pardo ha puesto en el centro de su agenda la consolidación de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como actores principales en la estrategia nacional de soberanía energética.
La presidenta electa durante su visita reciente a la Refinería Olmeca de Dos Bocas en Tabasco, no solo destacó el papel histórico de estas instituciones, sino que también anunció su intención de reformarlas para remarcar su función pública.
“Vamos a continuar fortaleciendo a Petróleos Mexicanos, ese orgullo nacional que nos heredó el general Lázaro Cárdenas y que nos devuelve el presidente Andrés Manuel López Obrador«, afirmó Sheinbaum durante su discurso. Este enfoque marca un regreso a una visión estatal, en contraposición con las políticas de privatización de las últimas décadas.
Gonzalo Monroy, consultor especializado en energía pública y privada y Director de GMEC, en conversación con Surtidores Latam, señaló que lo que vendrá será una continuidad en la política energética actual bajo el gobierno de Sheinbaum, con un claro énfasis en darle protagonismo a las instituciones gubernamentales.
Sin embargo, el especialista advirtió sobre los desafíos que podría enfrentar el estado mexicano en cuanto a la capacidad de seguir apoyando a Pemex. «Si no puede mantener el ritmo de apoyo o de ayuda a la petrolera, muchas de las cosas que están pasando, que afectan directamente a los distribuidores, como los descuentos para quedarse con la marca Pemex, pueden estar seriamente comprometidos», explicó Monroy.
Cabe destacar que en el día de hoy, se espera que la futura mandataria anuncie a los responsables que tomarán las riendas de estas entidades, o en su defecto, ratifique a los actuales directores, Manuel Bartlett y Octavio Romero Oropeza.
Por otro lado, Luis Guzmán, especialista en regulaciones, comentó a este portal que uno de los cambios más significativos que se implementarían sería la reintegración de Pemex y CFE como parte de una Secretaría de Estado, eliminando su estatus de Empresas Productivas del Estado para transformarlas en entidades públicas.
La presidenta electa ya había adelantado su intención el 25 de julio, cuando mencionó que las empresas estatales se integrarían a las Secretarías, una acción que, según ella, es fundamental para mantener la relevancia de estas organizaciones dentro de la estructura gubernamental.
“No podemos olvidar que, durante 36 años de modelo neoliberal, el objetivo siempre fue la privatización de nuestro petróleo, de Pemex y de CFE”, sostuvo Sheinbaum durante su participación en Tabasco, frase con la cual reafirma su postura y el rumbo que continuará el sector energético durante su mandato.
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