La refinería Dos Bocas Olmeca, uno de los proyectos prioritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ha dado inicio a sus operaciones en Paraíso, Tabasco. La ceremonia de inauguración, encabezada por el presidente y la futura mandataria Claudia Sheinbaum, se llevó a cabo en un contexto de protestas por el impacto ambiental y polémicas en torno a los sobrecostos y retrasos que han caracterizado la obra.

En su intervención, López Obrador expresó satisfacción por el inicio de la producción, destacando que este proyecto representa una de sus últimas acciones como presidente. Según el mandatario, el objetivo es reducir la dependencia de México en la importación de gasolina, fortaleciendo la capacidad de refinación del país.

La construcción de Dos Bocas ha enfrentado varios desafíos, desde un aumento significativo en los costos, que llevaron la inversión total a 330.000 millones de pesos mexicanos (aproximadamente 17.000 millones de dólares), hasta retrasos en el cronograma original. 

El mandatario ha defendido esta cifra, sosteniendo que es un paso necesario para recuperar la soberanía energética de México y comparando los valores con los ahorros obtenidos al reducir el robo de combustible.

Pedro Aguirre Portilla, CEO de Verifigas, conversó con Surtidores Latam y aportó una perspectiva más técnica sobre el proyecto, subrayando que su importancia radica no solo en su magnitud, sino en su potencial para cambiar la dinámica de la industria energética del país. 

“Un proyecto de esta envergadura requiere de un proceso de puesta a punto que puede extenderse entre 12 y 18 meses antes de alcanzar su capacidad operativa completa”, señaló haciendo referencia a los tiempos operativos.

Según Aguirre, la planta actualmente opera al 50% de su capacidad, y se espera que este porcentaje aumente gradualmente a medida que se realicen ajustes técnicos. «El proceso de puesta a punto es complejo y puede incluir ajustes en los sistemas eléctricos y otros componentes críticos de la planta», comentó. El mismo añadió que, aunque el gobierno ha anunciado el inicio de la actividad, el verdadero desafío será lograr un rendimiento óptimo y eficiente en los próximos meses.

El especialista destacó que este tipo de proyectos no están exentos de riesgos y desafíos técnicos, comparando la situación de Dos Bocas con otras refinerías en India y Europa que enfrentaron problemas similares durante sus fases iniciales. Aguirre sugirió que su éxito dependerá de cómo se manejen los ajustes técnicos y operativos necesarios para alcanzar una producción estable.