La reforma tributaria presentada por el gobierno colombiano traerá consigo un incremento considerable en los precios de la gasolina y el diésel a partir de 2026, situación que preocupa a los empresarios de las estaciones de servicio.
Según compartió con Surtidores LATAM el vocero gremial nacional del sector, David Jiménez Mejía, el alza no se dará únicamente por ajustes del mercado, sino por el peso que tendrán los nuevos impuestos incluidos en la propuesta oficial.
De acuerdo con Jiménez Mejía, el cambio en la estructura del IVA de monofásico a plurifásico, sumado al aumento de la tarifa plena al 19% y al mayor costo del impuesto al carbono, elevará los precios por galón en más de mil pesos para la gasolina corriente y más de seiscientos para el diésel.
“Esto sin contar con los demás aumentos por indexación e ingreso al productor que define el gobierno en el próximo año. El impacto será importante para todos los colombianos”, advirtió el dirigente gremial.
En un cálculo inicial, los incrementos serían de $834 por galón en gasolina corriente y $450 en diésel solo por efecto del IVA. Con la aplicación plena de la tarifa del 19%, los aumentos alcanzarían los $1.825 en gasolina y $1.087 en diésel. A ello se suman $187 adicionales en corriente y $208 en diésel por concepto del impuesto al carbono, lo que en total arroja un encarecimiento de $1.021 y $658, respectivamente.
El gobierno argumentó que la reforma tiene como objetivo promover la transición energética y el uso de medios de movilidad más sostenibles. Sin embargo, el vocero gremial cuestionó la efectividad de esa medida en el corto plazo, recordando que en Colombia más del 95% de la matriz energética de movilidad depende aún de combustibles fósiles. “Casi todo lo que se transporta en el país, productos, mercancías y personas, se hace por carretera y con gasolina o diésel”, remarcó.
El sector de Estaciones de Servicio, conformado por unas 6.400 gasolineras en el país, advierte además que la demanda de estos energéticos es inelástica frente a la variación de precios, lo que significa que se seguirán consumiendo en proporciones muy similares pese a los incrementos. En ese sentido, Jiménez recalcó que la medida tendrá un efecto directo sobre la economía de los hogares.
“Los combustibles líquidos son un bien de primera necesidad y hacen parte de la canasta básica familiar calculada por el DANE. Gravar con más impuestos estos bienes encarecerá de manera inevitable el costo de vida”, concluyó Jiménez Mejía, destacando que el impacto será transversal a todos los sectores productivos.
Según las proyecciones del gobierno, la reforma permitirá recaudar 2,6 billones de pesos en 2026 y 7,2 billones anuales a partir de 2027. No obstante, para los empresarios de las estaciones de servicio, estas metas fiscales se lograrán a costa de un mayor golpe inflacionario, algo que ya advirtió tanto el Banco de la República como el DANE.
Y seguro el impuesto al carbono no va a recuperar el medioambiente.
En el Perú las gasolinas son las mas castigadas, incluso se vende GLP y Gas Natural Vehicular. Ya somos importadores de GLP, en unos años de Gas Natural