En Santiago de Chile, la Organización Latinoamericana de Energía presentó ayer el Libro Blanco de la Movilidad Sostenible, un documento que recopila datos, experiencias y propuestas para avanzar hacia un transporte más limpio y eficiente en América Latina y el Caribe. La presentación se realizó en el marco de la X Semana de la Energía, organizada por el Ministerio de Energía de Chile y OLADE, que reunió a líderes, expertos y tomadores de decisiones del sector público y privado de la región.
Durante el evento, Andrés Rebolledo, Secretario Ejecutivo de OLADE, destacó que “el transporte representa cerca del 40% del consumo energético en la región. Allí se juega una parte central de la descarbonización”.
En este sentido, el Libro Blanco evidencia que Chile logró un crecimiento significativo en la electromovilidad, especialmente en el transporte público. En 2024, el número de autos eléctricos livianos se triplicó respecto a 2023, consolidando al país como uno de los que mayores incentivos ofrece en la región.
Sin embargo, el avance más destacado se da en el transporte público, donde Chile ocupa el primer lugar regional en cantidad de buses eléctricos, con 2.600 unidades, seguido por Colombia y Brasil, y el segundo puesto a nivel mundial después de China. Se proyecta que para 2026, dos tercios de la flota pública de Santiago operará con energía limpia.
Según los datos presentados, en 2022 había 800 buses eléctricos y 10 electro terminales, mientras que para el próximo año se espera contar con 4.406 unidades y 55 puntos de carga, alcanzando el 68% de la flota con tecnología eléctrica. Este avance se enmarca en un diseño progresivo de licitaciones orientadas a la electromovilidad, que en la última convocatoria exige que el 100% de los buses sean eléctricos.
A nivel de infraestructura, Chile cuenta con la tercera mayor red de estaciones de carga pública de la región, con 1.133 unidades, sólo detrás de Brasil y México. Los beneficios ambientales son claros: en 2023, las emisiones de material particulado fino del transporte público disminuyeron un 52.8% respecto a 2019, y los gases de efecto invernadero se redujeron un 22.3%, consolidando al sistema como un referente en eficiencia y sostenibilidad.
A nivel latinoamericano, el parque de vehículos eléctricos livianos creció de 17.541 unidades en 2020 a 444.071 en 2024, con Chile ocupando el séptimo lugar regional. Rebolledo señaló que “el desarrollo de la movilidad sostenible ofrece oportunidades únicas para contribuir a la descarbonización de la economía regional, fomentar la innovación, impulsar empleos verdes y mejorar la calidad de vida. La abundancia de recursos renovables en América Latina brinda condiciones favorables para impulsar la transición en el transporte”.
Pese a estos avances, el Libro Blanco remarcó desafíos pendientes. Chile aún no ofrece subsidios directos para la compra de vehículos eléctricos, ni un régimen impositivo diferenciado o tarifas de peaje reducidas para estos automóviles, aunque sí contempla medidas como la exención de restricción vehicular.
La Estrategia Nacional de Electromovilidad establece metas ambiciosas, ya que desde 2035, todos los vehículos livianos nuevos vendidos deberán ser eléctricos, y se proyecta que al menos el 40% del parque vehicular privado opere con esta energía para 2050.
En este marco, la X Semana de la Energía, que comenzó en el día de la fecha y se extiende hasta el 3 de octubre, no solo es el escenario para la presentación del Libro Blanco, sino también un espacio de discusión sobre el futuro energético de la región. Durante el encuentro se abordaron temas como el futuro de los hidrocarburos, combustibles del futuro, integración gasífera en el Mercosur y estrategias de reducción de emisiones de metano.
0 comentarios