Luego del análisis de la situación y estudios de la geografía en el lugar, los técnicos de ANCAP creen que la pérdida de crudo en uno de los oleoductos cercanos a La Teja, que se detectara días atrás, marca su recorrido por debajo de los accesos a Montevideo.
Según fuentes de la petrolera, actualmente se están realizando cateos en la traza del caño de modo de circunscribir la zona de la pérdida a un sector más accesible para su reparación y así evitar interrupciones en el tránsito de la ruta, precisamente para que su reparación no implique romper un tramo importante de la referida vía rápida de ingreso a la Capital.
PLAN DE CONTINGENCIA
Un comunicado del ente petrolero estatal uruguayo, informó que si bien el bombeo de crudo se detuvo una vez conocida la filtración “debió retomarse el mismo para garantizar el suministro de combustible a la población”.
Se explicó que volver a bombear crudo, con el riesgo de constatarse nuevamente la pérdida, obligó a montarse en el lugar un plan de contingencia para extraer con cisternas barométricas de ANCAP el producto filtrado, minimizando el daño ambiental en la zona.
Técnicos de la empresa consultados por Surtidores, informaron que en el correr del día de hoy y mediante una maniobra alternativa pasando la operativa de circulación del crudo hacia otro oleoducto que une la refinería La Teja con la planta de distribución en La Tablada, podría evitarse el pasaje de petróleo por la zona de la avería, aunque naturalmente esta maniobra sería algo circunstancial.
DUCTO QUE DATA DE 1978
El ducto comprometido comenzó a operar hace 46 años, cuando no existían los accesos a Montevideo. Precisamente a partir de esta situación geográfica, ANCAP evalúa –a través de su área de ingeniería- la construcción de un tramo nuevo con un recorrido diferente, que naturalmente evite un trayecto por debajo de la ruta.
Cabe precisar que la empresa petrolera recibe el crudo a través de un oleoducto que tiene su comienzo en la zona de José Ignacio (Maldonado) donde se encuentra la boya petrolera en la que alijan los Buques Tanques de gran calado, que es trasvasado a los tanques en tierra y posteriormente a La Teja, a través del oleoducto.
Este, si bien se encuentra enterrado a unos dos metros de profundidad para evitar daños por perforaciones menores, puede en algún momento sufrir averías por el propio desgaste o agentes externos como movimientos de tierra anormales no percibidas en la superficie, que escapan a cualquier actitud negligente o mal manejo del personal.
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