En el día de ayer, se llevó a cabo la audiencia pública “Violencia Humanitaria en el Catatumbo”, en la que diversas entidades del Gobierno colombiano analizaron las posibles soluciones para enfrentar la crisis que afecta a esta región desde enero de este año. La situación se agravó tras los ataques del Ejército de Liberación Nacional (ELN) contra la población civil, bajo la sospecha de que algunos habitantes estarían colaborando con disidencias de las Farc.
Como respuesta a la emergencia, el presidente Gustavo Petro decretó la conmoción interior en la región, permitiendo al Gobierno tomar medidas extraordinarias para restablecer el orden y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Entre las principales preocupaciones abordadas en la audiencia, el director de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía, Adwar Casallas, destacó la importancia de asegurar el abastecimiento de combustibles, ya que este recurso según menciona, es utilizado por los grupos ilegales para ejercer control sobre la población.
Casallas explicó que actualmente hay 304 Estaciones de Servicio en Norte de Santander, de las cuales 165 se encuentran en el Catatumbo. A pesar de que el departamento recibe 14 millones de galones de combustible subsidiado, aproximadamente 8,4 millones se destinan a esta región, situación que facilita el acceso del ELN a este recurso. Ante esto, el Gobierno busca establecer un mayor control en la distribución del combustible para evitar que continúe en manos de los grupos armados.
Dentro de las medidas adoptadas, se contempla la suspensión temporal del servicio en algunas estaciones de combustible, especialmente aquellas que no están en operación pero continúan solicitando abastecimiento.
Al respecto, María Eugenia Martínez, directora ejecutiva y asesora jurídica de la Asociación de Estaciones de Servicios de Norte de Santander (ASESNORT), señaló a Surtidores LATAM que, si bien el abastecimiento se mantiene estable, las ventas disminuyeron.
“Las Estaciones de Servicio no están vendiendo como antes porque el transporte está a media marcha. Muy poca gente está viajando hacia la zona”, explicó la referente.
Según mencionó, las empresas de transporte que operan en la región, están enfrentando serias dificultades. “Un bus grande que normalmente transportaba 40 pasajeros ahora apenas lleva cinco o seis. No es rentable recorrer caminos de cinco o seis horas con tan pocos pasajeros. En referencia al abastecimiento, las plantas tienen combustible, pero sí, las ventas en Estaciones de Servicio han bajado”, concluyó Martínez.
En la audiencia, el ministro Casallas aseguró que estas acciones se implementarán respetando la legislación vigente, en particular la Ley 137 de 1994, la cual establece los límites de las medidas adoptadas bajo un estado de conmoción interior. Según el funcionario, el objetivo principal es garantizar que los ciudadanos del Catatumbo puedan acceder al combustible de manera óptima y transparente, sin que esto implique una vulneración de sus derechos.
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