En un contexto global donde la independencia energética toma relevancia, México ha realizado significativas inversiones para mejorar su capacidad de refinación y reducir su dependencia de las importaciones de combustibles. Sin embargo, en conversación con Surtidores Latam, el especialista en la materia, Ramses Pech ha expresado que aún existen desafíos considerables para alcanzar una verdadera autosuficiencia.
«En la actualidad, México produce aproximadamente 1.806 mil barriles diarios de crudo y condensado», comentó Pech, señalando que de esta cantidad, «950 mil barriles se destinan al sistema nacional de refinación (SNR), mientras que 850 mil se exportan». El SNR, operando al 58% de su capacidad instalada, produce un 32% de gasolina, un 20% de diésel (de los cuales el 15% es de bajo azufre UBA) y un 4% de turbosina por cada barril procesado.
En relación a esto, Pech planteó un escenario ideal en el que México podría incrementar su producción a 1.852 mil barriles por día, destinando 1.130 mil al SNR y 306 mil a la nueva refinería Olmeca. No obstante, incluso en este contexto, el país seguiría dependiendo de importaciones.
«La autosuficiencia en gasolina y turbosina no es factible en el corto plazo», afirmó, sosteniendo que para el diésel, aunque se podría alcanzar una mayor independencia, se seguirá requiriendo de la compra en el exterior, especialmente para el UBA.
La realidad, sin embargo, muestra que alcanzar esta meta es un reto aún mayor. Para 2026, se espera que el SNR opere al 60% de su capacidad y la refinería Olmeca al 50%. Esto cubriría sólo el 38% de la demanda de combustible, requiriendo importaciones del 51%.
Es así, que teniendo en cuenta estos datos, la autosuficiencia energética en México, aunque deseable, parece un objetivo lejano. Las proyecciones muestran que el país continuará requiriendo de hidrocarburos extranjeros.
Según Pech, la clave para avanzar en esta dirección radica en diversificar y aumentar la capacidad de producción de energías secundarias, así como en buscar alternativas más sostenibles y eficientes. La refinería Olmeca y la reconfiguración de Tula y Salamanca representan pasos importantes, aunque se requiere una visión más amplia y sostenida.
La realidad actual muestra que aún hay un largo camino por recorrer. «Es necesario buscar alternativas innovadoras y aumentar la capacidad de las plantas para alcanzar la soberanía energética», concluyó el experto.
0 comentarios