Latam.
13 Ene, 2025
Momento crítico El impacto de un ciberataque en la distribución de combustibles en Costa Rica
Un hackeo al sistema de Recope paralizó la operación normal de abastecimiento de combustibles, generando caos logístico y altos costos para el sector.

El 27 de noviembre de 2024 marcó el inicio de una crisis en la distribución de combustibles en Costa Rica. Un ciberataque dirigido a los sistemas de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) impactó gravemente la logística de abastecimiento, dejando al sector gasolinero enfrentando largas filas, transacciones manuales y un caos operativo que duró casi un mes. En conversación con Surtidores Latam, José Miguel Masís, Director Ejecutivo de la Cámara de Empresarios del Combustible de Costa Rica, compartió cómo se vivió esta situación y las medidas adoptadas para mitigar sus efectos.

“Inicialmente pensamos que era un retraso operativo habitual”, explicó Masís. Sin embargo, al avanzar la mañana, se confirmó que el sistema había sido hackeado. Aunque Recope pudo mantener el suministro de carburantes, el proceso de facturación y confirmación de pagos quedó paralizado. Esto obligó a las Estaciones de Servicio y a los transportistas a operar manualmente, lo que generó demoras de hasta 24 horas para cargar cisternas.

El caos afectó tanto a los empresarios como a los consumidores. Masís destacó que, pese a la gravedad de la situación, “el público mostró una comprensión admirable al entender que no se trataba de un problema en las expendedoras, sino del hackeo a Recope.”

Ante esto, la Cámara de Empresarios del Combustible desempeñó un rol fundamental durante la crisis. Entre sus medidas destacaron la creación de una red de comunicación para combatir las noticias falsas, la supervisión directa en los planteles de Recope y la implementación de estrategias logísticas para minimizar el impacto en el abastecimiento.

“Enviamos delegados a los planteles de mayor visitación, como Garita y Ochomogo, para documentar lo que sucedía y brindar apoyo a los transportistas», relató Masís. Además, la presencia de inspectores de la Cámara ayudó a reducir conflictos entre operadores y a garantizar que los procesos se llevarán a cabo de manera justa.

Por otro lado, los costos generados por la crisis fueron significativos. Además de los gastos logísticos adicionales, las Estaciones de Servicio enfrentaron una afectación en su imagen, especialmente en aquellas que no lograron mantener el suministro constante. “Parecía que los emblemas habían sido hackeados, no Recope”,  lamentó Masís. 

Al día de hoy, esta situación según Masís: «No se ha restaurado del todo, pero tampoco estamos recibiendo quejas de l0as gasolineras por desabastecimiento. Dentro de esta circunstancia, la actividad continúa”. 

En este sentido, es importante resaltar que Costa Rica había sido víctima recurrente de ciberataques en instituciones públicas y privadas. Ante esto, Masís subrayó la necesidad de protocolos robustos de ciberseguridad, ya que “los protocolos de bloqueo no estaban establecidos y se improvisaron durante la crisis», señaló.

Entre las recomendaciones propuestas por la Cámara están la implementación de sistemas alternativos para garantizar la operatividad durante emergencias y la confianza en las Estaciones de Servicio como aliados en la logística de abastecimiento. “No basta con bloquear un ataque, hay que tener un plan operativo», concluyó Masís.

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