El servicio de entrega a domicilio de combustibles se está ofreciendo en varios países alrededor del mundo, incluyendo Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, India y diversos países europeos.
Estas empresas operan a través de aplicaciones móviles, plataformas en línea y, en algunos casos, pedidos por teléfono. A través de estas vías, los clientes pueden solicitar el tipo y la cantidad de combustible deseado, proporcionar su ubicación exacta y programar la entrega según su conveniencia.
Una vez recibido el pedido, los vehículos de entrega se desplazan hasta la ubicación del cliente para realizar el despacho directamente en el tanque del usuario.
Esto implica cumplir con regulaciones rigurosas, capacitar al personal en manipulación segura de combustibles, mantener vehículos en óptimas condiciones pero, sobre todo, implementar medidas de seguridad durante la entrega.
Asimismo se deben monitorear de cerca las operaciones para garantizar la satisfacción y seguridad del cliente, llevando un control y registro riguroso de cada uno de los despachos, para poder realizar un seguimiento en caso de accidentes.
Pese a que en Argentina existieron algunos intentos de implementar esta innovación, la Secretaría de Energía no permitió su continuidad, justificando que no se pueden dar garantías de seguridad a las personas que participan de esta acción.
Sin embargo, muchos asesores y referentes del sector de las Estaciones de Servicio ven esto como una gran oportunidad para diferenciarse de la competencia, ampliar los horizontes del negocio y sumar competitividad.
Para profundizar si esto podría ser viable a nivel logístico en el país, surtidores.com.ar consultó a la empresa referente en fabricación de tanques de almacenamiento y transporte de combustibles, Bertotto Boglione.
Pablo Capuano, gerente Comercial de la compañía, plantea que sería una gran idea, aunque destaca la importancia de establecer regulaciones claras.
Señala que, actualmente, desde Bertotto Boglione se fabrican tanques para el traslado a domicilio de diesel para el agro. Con lo cual, el sistema sería parecido, con la posibilidad de transportar hasta dos tipos de naftas.
Aunque el servicio de hoy se realiza con descarga a una planta preparada para el posterior despacho a los vehículos de campo, la instalación para el delivery estaría adaptada para cargar directamente al vehículo del cliente.
No obstante, el ejecutivo afirma que en este punto es que existen preocupaciones en cuanto a la seguridad del entorno donde se realizaría la carga.
«A diferencia de una estación, lo que no se puede garantizar es el entorno de seguridad y es ahí donde se encuentra el principal desafío”, aclara Capuano y sostiene que será fundamental un arduo trabajo normativo para habilitar este servicio.
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