Colombia.
2 Jul, 2025
Actualidad. Estaciones de Servicio bajo amenaza: así opera el fraude con datáfonos
Un especialista contó a Surtidores LATAM de que se trata la modalidad delictiva que compromete la liquidez del negocio y pone a prueba los sistemas de control interno.

Hoy en día la seguridad financiera se vuelve cada vez más compleja y es por ello que las Estaciones de Servicio enfrentan una amenaza que no siempre es visible a simple vista: el fraude digital disfrazado de transacciones electrónicas.

En diálogo con Surtidores LATAM, Fredy Torres, gerente regional para la Costa Atlántica de la Asociación para la Investigación, Información y Control de las Tarjetas Crédito y Débito (INCOCREDITO), esta modalidad va en aumento y pone en riesgo no solo los ingresos de los empresarios del sector, sino también la confianza en los sistemas de cobro digital.

Hay veces que los operadores de estaciones de gasolina son contactados para que las transacciones en efectivo sean cambiadas por operaciones falsas a través del datáfono, es decir, pagarés falsos”, advirtió Torres.

El mecanismo consiste en sustraer el dinero en efectivo, simular una transacción con tarjeta y entregar al dueño del grifo comprobantes que aparentan ser legítimos, generando la ilusión de que hubo un alto volumen de ventas electrónicas.

El problema se vuelve evidente recién al realizar la conciliación bancaria. “Dependemos de que la Estación de Servicio haga esa conciliación con disciplina, y si detecta un desfase entre lo que recibió físicamente y lo que se refleja en su cuenta bancaria, que de inmediato levante la mano”, remarcó el especialista.

Torres también subrayó el rol del personal en este tipo de delitos. “Siempre hay que estar pendiente de los empleados. Es clave hacerles estudios de confiabilidad al ingreso, y mantener ese control durante su permanencia en la empresa”, comentó. 

En esa línea, el experto aseguró que es indispensable que los dueños realicen revisiones periódicas, incluso visitas domiciliarias, y que analicen antecedentes y referencias laborales.

Los operadores que caen en esta red suelen ser tentados con una comisión. Esto convierte una transacción corriente en una trampa que pone en jaque las finanzas del establecimiento. «Muchos empresarios creen que ese día hubo mucho movimiento con tarjetas, cuando en realidad fue dinero en efectivo que nunca ingresó formalmente«, explicó .

Por otro lado, recomendó establecer protocolos internos más estrictos y utilizar herramientas tecnológicas para auditar las transacciones electrónicas. Además, sugirió la creación de alertas automáticas cuando existan inconsistencias entre los comprobantes físicos y los ingresos bancarios reales. “En cargos críticos como los que manejan los medios de pago, hay que invertir en seguridad. No es un gasto, es una inversión para proteger el negocio”, concluyó Torres.

 

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