Hoy en día, el futuro del GNV a nivel nacional parece prometedor. A medida que los consumidores conocen acerca de los beneficios económicos y ambientales, se espera que el este combustible continúe expandiendo su participación en el mercado.

En este contexto, la implementación de bonos estatales que incentivan la conversión de vehículos a gas natural vehicular se presenta como una de las estrategias más destacadas. 

Acerca del tema, Surtidores LATAM dialogó con Arturo Ledesma, Gerente Comercial en Contugas, empresa con tres décadas de experiencia en la industria de Oil & Gas. 

En primer lugar, el referente explicó que el diésel, el combustible más utilizado en el transporte peruano, representa un problema debido a la limitada capacidad de producción local.

“Perú lo produce, pero no en la cantidad suficiente para cubrir la demanda, por lo tanto, tenemos que importar un porcentaje importante, lo que implica un costo elevado para el país”, comentó.

Asimismo, Ledesma indicó que el panorama no es alentador para el gas licuado de petróleo (GLP), un combustible que ha visto crecer su demanda de manera exponencial en los últimos años. “Ha superado la capacidad de producción de Camisea, obligándonos a importar este recurso, algo que era impensable hace algunos años”, señaló.

En respuesta, el gobierno peruano desarrolló incentivos económicos para fomentar el cambio hacia el GNV, un combustible que abunda en el país. Según mencionó “el Estado promueve estas conversiones porque, al reducir la importación de combustibles, se logra un impacto positivo en la economía nacional”.

“Aunque el GLP es un combustible limpio, el hecho de que tengamos que importarlo lo convierte en un reto para la sostenibilidad económica del país”, resumió Ledesma.