El mercado minorista de combustibles a nivel nacional ha sido históricamente uno de los sectores más relevantes para la economía nacional, no solo por su impacto directo en la movilidad, sino también por su estrecha relación con el crecimiento económico. Sin embargo, durante los últimos años ha mostrado señales de desaceleración y dependencia de factores externos.
Al respecto, Surtidores LATAM dialogó con Daniel Cabrera Ortega, consultor en gestión empresarial y experto con años de experiencia en el sector de Estaciones de Servicio, quién ofreció su visión.
En primer lugar, el referente explicó que la demanda de combustibles registró un crecimiento del 4% durante 2023, una cifra que a simple vista podría considerarse un indicador positivo para el sector. En ese sentido, mencionó que este avance se explica únicamente por el aumento en la comercialización de dos productos específicos: el turbo de aviación y el diésel.
“Si excluimos estos efectos, el avance fue prácticamente nulo”, afirmó el especialista señalando que la situación real en el mercado es menos optimista de lo que parece.
En ese aspecto, uno de los principales motores de este desarrollo en el consumo de turbo de aviación fue la recuperación de la actividad turística y el transporte aéreo tras la pandemia. Esta recuperación se vio impulsada también por la crisis económica y energética que surgió a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, así como por la inflación global, que afectó tanto a la producción como al consumo en diversos sectores.
Cabrera comentó que, aunque estos factores fueron determinantes para la demanda de aviación, no representan un crecimiento estructural ni estable en el tiempo para el mercado de combustibles a nivel nacional.
El otro factor importante en el incremento de la demanda fue el consumo de diésel, particularmente en la generación eléctrica. “La sequía y la menor producción hidroeléctrica han hecho que el país dependa más para satisfacer la demanda de electricidad”, manifestó.
Sin embargo, aclaró también que esta suba tampoco responde a un aumento sostenido en la demanda de combustibles para otros usos, sino a una necesidad puntual ante la escasez de energía hidroeléctrica.
Por último destacó que si se excluyen los efectos extraordinarios que contribuyeron al aumento de la demanda de combustibles, como el consumo de turbo de aviación y diésel, el crecimiento fue poco. En particular, menciona que el consumo de gasolina experimentó una caída del 0,8%, lo que representa un descenso en un producto clave para los empresarios del sector minorista.
Además, estableció una correlación entre la demanda de combustibles y el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de Perú, señalando que el este también tuvo un desempeño negativo en 2023, con una disminución del 0,6%. “Esto explica la verdadera realidad para las Estaciones de Servicio, es decir un crecimiento nulo prácticamente”, resumió Cabrera.
0 comentarios