En el complejo engranaje de la cadena de suministro de combustibles en Uruguay, un término técnico cobra especial relevancia: la merma. Este fenómeno, que representa la pérdida de volumen entre el punto de carga y el de descarga, afecta directamente la rentabilidad de Estaciones de Servicio, transportistas y distribuidores, y está sujeto a estricta regulación.
DIFERENCIAS DE VOLUMEN
Se entiende por merma a la diferencia entre el volumen de combustible cargado en origen —como una terminal, planta o barco— y el volumen efectivamente descargado en destino, usualmente en los tanques de una estación de servicio. Aunque en apariencia se trata de una variación menor, las causas detrás de estas pérdidas pueden ser múltiples: evaporación durante el transporte, variaciones térmicas que alteran el volumen del líquido, residuos que quedan atrapados en mangueras o válvulas, o incluso pequeñas fugas no detectadas durante la operación.
REGULADO POR URSEA
En Uruguay, este fenómeno está regulado por la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua, que establece límites máximos de merma considerados técnicamente aceptables. Para las gasolinas y el gas licuado de petróleo, el margen permitido es de hasta 0,5 por ciento, mientras que para el gasoil el tope se fija en 0,3 por ciento. Estas cifras reflejan la realidad física del transporte de combustibles sin comprometer la integridad de la cadena comercial.
Cuando las mermas superan esos valores, ya no se consideran pérdidas normales. En esos casos pueden encenderse señales de alerta por posibles fallas técnicas, malas prácticas operativas o incluso sospechas de desvío de producto. Las estaciones o distribuidoras pueden elevar un reclamo, lo que puede derivar en auditorías técnicas, inspecciones en campo e incluso sanciones administrativas si se detectan irregularidades.
URUGUAY: TECNOLOGÍA EN LA MEDICIÓN
Para minimizar el impacto de las mermas y garantizar una operación transparente, las empresas del sector comenzaron a incorporar tecnologías de medición digital, sensores térmicos y de control volumétrico automatizado. Estas herramientas permiten detectar desvíos en tiempo real, reducir pérdidas y ajustar los procesos logísticos con mayor precisión.
Más allá del aspecto técnico, el control de las mermas tiene un componente estratégico: proteger la confianza del consumidor. En un mercado altamente regulado como el uruguayo, garantizar que cada litro cobrado sea un litro entregado resulta esencial para sostener la credibilidad del sistema y mantener condiciones equitativas entre todos los actores del sector energético.
CÓMO Y PORQUÉ SE PRODUCE LA MERMA
Supongamos que un camión cisterna carga 10.000 litros de nafta súper en una planta de ANCAP a una temperatura estándar de 15 °C. El vehículo circula en un día caluroso y al llegar a la estación de servicio la temperatura ambiente es de 35 °C.
La nafta, producto volátil, se expande al subir la temperatura: el mismo volumen ocupa más espacio. Además, puede haber una pequeña evaporación dentro del tanque, aunque este sea hermético.
0 comentarios