El contrabando de combustibles continúa siendo una de las principales amenazas en la frontera entre Colombia y Ecuador, una zona históricamente marcada por la presencia de economías informales y actividades ilegales. Este fenómeno afecta tanto a los mercados formales como a las comunidades locales, generando impactos negativos en la competitividad de las gasolineras y en la seguridad de la región.
El mismo día que la Federación de Estaciones de Combustibles y Energéticos de Colombia (FECEC) alertaba sobre el impacto del contrabando en zonas fronterizas, las Fuerzas Armadas de Ecuador llevaron a cabo un importante operativo que resultó en la incautación de 10,000 galones de gasolina blanca.
Este combustible, utilizado frecuentemente por mafias del narcotráfico, fue decomisado en el sector de Pacayacu, en la provincia de Sucumbíos. La operación también condujo a la detención de tres personas y la confiscación de varios elementos asociados con el transporte clandestino de hidrocarburos.
La situación descrita por FECEC en Colombia resaltó cómo el contrabando afecta de manera directa a las estaciones de servicio legales, especialmente en departamentos como La Guajira, Norte de Santander, Arauca y Nariño. Según la entidad, las gasolineras legales sufrieron una baja en sus ventas debido a la competencia desleal que representan los combustibles de contrabando.
Cabe mencionar que en este contexto, la diferencia de precios es uno de los factores que más incide en el aumento del contrabando. El combustible ingresado de manera ilegal desde los países vecinos, especialmente desde Venezuela y Ecuador, llega a un costo más bajo que el de los combustibles legalmente comercializados.
En tanto, las autoridades ecuatorianas también intensificaron sus esfuerzos para frenar el contrabando de combustibles en su territorio. De acuerdo a lo informado, en los últimos meses, el Ejército de Ecuador llevó a cabo operativos en varias provincias fronterizas, incautando grandes cantidades de combustible ilegal.
En abril de este año, las Fuerzas Armadas lograron desmantelar tres campamentos clandestinos en los que se procesaba y almacenaba combustible de manera ilegal. En uno de esos campamentos, se encontraron 8,000 galones almacenados en piscinas artesanales.
Respecto a las consecuencias para las comunidades fronterizas, el contrabando de combustibles contribuye, de acuerdo a FECEC, a la creación de mercados paralelos que fomentan la informalidad y la evasión fiscal. Esto no solo afecta la competitividad de las Estaciones de Servicio, sino que también pone en riesgo la seguridad energética y el desarrollo económico de las regiones involucradas. Además, la proliferación de combustibles de baja calidad representa un riesgo adicional para la salud pública y el medio ambiente.
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