El emblema estatal de México se encuentra en medio de una “crisis autoinfligida” por las diferentes corrientes que se dan en la mesa directiva de la petrolera, en donde se puede observar un actuar muy diversificado entre Pemex Exploración y Producción, Pemex Transformación Industrial y Pemex Internacional. 

En diálogo con Surtidores Latam, Santiago F. Arroyo Seguedo, especialista en energía, regulación y desarrollo de negocios en la materia expresó acerca de esto:  

“PMI es el área que ha estado brindando los mejores resultados operativos para la empresa petrolera, tal es así que se están viendo números bastante positivos. Además estamos observando que el aumento de las importaciones, derivadas de los precios y oportunidades del mercado nacional, están siendo aprovechadas por esta filial de la empresa estatal”, señaló. 

Según relató el experto, no sucede lo mismo con el sector de PEP, ya que ahora por las mismas restricciones regulatorias, impuestas por el propio gobierno, están provocando un desaprovechamiento de todo el potencial de la producción petrolífera. 

“En cuanto a lo que es PTI, las pérdidas van en aumento, los resultados no son los más favorables. Estamos viendo que el sistema nacional de refinación, como lo es Dos Bocas, está entregando a la empresa productiva del estado mayores pérdidas”, expresó Arroyo. 

Paradójicamente se ven resultados en donde Pemex tiene mucho potencial, sin embargo, para el especialista “el propio dueño de Petróleos Mexicanos es quien está poniendo el pie para que no puedan desarrollarse mucho más”.  

Además Arroyo agregó que se está volcando dinero en donde se sabe que puede existir un riesgo latente según el último trimestre del año 2022. 

Para finalizar, el mismo hizo referencia a las consecuencias que esto genera en las gasolineras: “Pemex Transformación Industrial es quien tiene el contacto directo con las Estaciones de Servicio, entonces vemos que este área de negocios viene a traer una serie de problemas en donde Petróleos Mexicanos, en medio de todo esto, no está entregando a los estacioneros las mejores condiciones para comercializar”. 

“Hay una pérdida financiera, la cual finalmente debe trasladarse a alguien, y este alguien resultan ser los estacioneros, quienes a su vez deben volcar estas disyuntivas a los consumidores finales”, concluyó Arroyo dando a entender la gravedad de esta situación.