Los derrames de combustible dentro de las Estaciones de Servicio representan un riesgo tanto para la seguridad como para el medio ambiente, es por ello que la rápida y correcta respuesta ante estos incidentes es clave para minimizar sus efectos.
En este contexto, María Isabel Pérez, Gerente General y encargada de la Gerencia de Proyectos de Grupo E2S, empresa líder en la prestación de servicios para la atención de emergencias en la cadena de distribución en Colombia, compartió con Surtidores LATAM su experiencia sobre los protocolos que deben seguirse ante un derrame.
Según la referente lo primero que debe hacer una gasolinera cuando ocurre uno de estos incidentes es detener de inmediato las ventas. “Es esencial identificar rápidamente la fuente del derrame para evitar que siga propagándose”, afirmó.
“Esto podría implicar una línea rota o un tanque defectuoso, y en ambos casos, es fundamental contactar al proveedor de mantenimiento para que solucione el problema de forma inmediata”, agregó.
En ese sentido, la experta mencionó que paralelamente, es necesario activar los protocolos de emergencia. En ese sentido, Pérez subrayó la importancia de contar con un aliado técnico especializado que pueda brindar asistencia en el proceso de extracción del combustible derramado tal como GrupoE2S.
“La extracción debe iniciarse de inmediato para evitar que el hidrocarburo se disperse fuera de las instalaciones. Esto se realiza utilizando los pozos de monitoreo que tienen las estaciones, que permiten contener y remover el combustible de manera segura”, comentó.
Por otra parte, la zona de tanques, según la especialista, también requiere atención especial. “En esta área, se utilizan pozos de observación para extraer agua contaminada con hidrocarburos, garantizando que no se filtre al suelo o a las fuentes de agua cercanas. Este proceso es vital para proteger tanto el medio ambiente como la seguridad de la comunidad”, destacó.
Además, la directiva de Grupo E2S señaló que en la zona exterior de la Estación de Servicio también se deben utilizar los pozos de monitoreo para asegurarse de que el derrame no se extienda más allá de los límites. “Son herramientas fundamentales en la gestión de emergencias, ya que permiten controlar el impacto ambiental del derrame y prevenir daños mayores”, resumió Pérez.
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