México.
16 May, 2024
Energéticos Transición energética: ¿Puede México dejar atrás los combustibles fósiles?
Ante las disyuntivas actuales, el país enfrenta a un futuro energético que tendrá el desafío de diversificar sus energías.

En un contexto en donde los avances y desafíos que enfrenta el país en su transición energética están en auge, sumado a que la actual administración gubernamental está a punto de concluir, Galo Galeana, experto en biocombustibles y energía, conversó con Surtidores Latam y destacó los logros, así como también las dificultades que han marcado el mandato, esbozando un panorama sobre el futuro inmediato.

La administración que concluirá en octubre ha sido objeto de críticas por su gestión de la transición energética. Sin embargo, Galeana argumentó: “Estas críticas no siempre reflejan la complejidad de los cambios estructurales que se han implementado en México. El país ha experimentado un viraje de 180 grados desde la apertura que promovió la reforma energética anterior. Este gobierno, aunque sin modificar la legislación de fondo, optó por proteger a las empresas estatales”.

Asimismo, el especialista señaló que uno de los proyectos más ambiciosos es el Tren Maya, que abarca 1.500 kilómetros y promete una reducción significativa de los gases de efecto invernadero. “México ha ratificado su compromiso de reducir hasta un 51% las emisiones de carbono negro, lo cual es crucial para alcanzar el objetivo de emisiones netas cero para 2050”, sostuvo Galeana.

El plan para 2020-2030 tiene como objetivo reducir las emisiones de CO2 equivalentes en un 35% o incluso hasta un 40% bajo condiciones específicas. Esto se traduce en una disminución de casi mil millones de toneladas de CO2 para 2030. Galeana subrayó que para lograr estas metas, es indispensable diversificar las tecnologías y alinear las estrategias a los sectores clave establecidos por el IPCC: energía, industria y transporte.

“El sector automotriz, responsable del 25% de las emisiones totales, es una área crítica para la reducción de gases de efecto invernadero. México, al igual que otros países, debe centrarse en alternativas tecnológicas, incluyendo biocombustibles, movilidad eléctrica e hidrógeno”, mencionó Galeana. 

Por otro lado, el referente enfatizó en que el país posee reservas de litio, pero que aún no cuenta con una producción significativa, ni con una red eléctrica robusta que soporte el aumento de demanda que generaría una mayor adopción de vehículos eléctricos. “Además, la infraestructura de las electrolineras es insuficiente”, afirmó.

En este contexto, Galeana sugirió que los biocombustibles jugarán un papel esencial. “La próxima administración, independientemente de su orientación política, deberá considerar seriamente esta opción. La inclusión de esta alternativa podría representar un 15% de la matriz energética, una proporción nada despreciable para un país con una gran parte de la población de bajos ingresos que podría no tener acceso inmediato a la electromovilidad”, sostuvo. 

Finalmente, el conocedor del tema recordó que la acción climática es una responsabilidad compartida, pero diferenciada. “La transición energética no solo es un desafío técnico y económico, sino también una cuestión de justicia social y equidad”, concluyó.

 

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