Tras el regreso de las leyes del libre mercado al sector de los hidrocarburos, que barrió con un largo período de regulaciones que pisaba el precio de los combustibles provocando que el litro de nafta se sitúe en un dólar, las ventas en las Estaciones de Servicio no paran de caer. En abril, el consumo se derrumbó 13,7 por ciento interanual, siendo esta la quinta baja consecutiva y la más fuerte de los últimos 41 meses.
A pesar de ello, el especialista en tendencias sociales y de consumo, Guillermo Olivetto, destacó en diálogo con surtidores.com.ar que la actividad se prepara para una reactivación en forma de pipa estilo “Nike”. “La propuesta disruptiva del Gobierno impactó fuertemente en este sector, reflejando una adaptación estructural y un cambio en los patrones de consumo”, analizó.
No obstante, advirtió acerca de la migración desde los productos premium a los tradicionales, especialmente en el caso de la nafta. Aunque en este caso, lo relacionó con el envejecimiento del parque automotor, que se está materializando en los números oficiales de la baja de compras de unidades cero kilómetros.
“Los incrementos generalizados en los precios han llevado a los consumidores a priorizar gastos esenciales, y aunque muchos ajustan su presupuesto, el combustible sigue siendo valorado como una necesidad no recortable”, expresó Olivetto, al tiempo que agregó: “Si bien la población prefiere caminar más o utilizar los medios públicos, se resiste a resignar por completo el uso del vehículo”.
Sin embargo, y más allá de que el mercado se alteró estructuralmente en relación a los parámetros de la demanda en las Estaciones de Servicio, el especialista se mostró confiado en que alcanzarán el equilibrio. “El proceso llevará tiempo hasta que la economía cotidiana y el poder adquisitivo se estabilicen”, aseveró.
En ese marco es donde Olivetto avizoró que el sector de los hidrocarburos, acompañando a la economía en general, comenzará a mostrar una recuperación gradual, similar a una pipa con panza larga. “Se espera un repunte más significativo hacia el último trimestre del año, con una posible revancha en 2025, proyectando un crecimiento del 5 por ciento, a pesar de que actualmente la economía está cayendo un 4 por ciento”, pronosticó.
Para finalizar, relacionó que a medida que la actividad se incremente, también lo hará la movilidad, lo que se traducirá en un mayor uso de vehículos para trabajo, transporte, traslados y recreación, y con ello, la expansión del consumo de combustibles.
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