En un contexto de cambios acelerados, las Estaciones de Servicio en Argentina enfrentan retos que van más allá de la operativa diaria. La volatilidad económica, la transición hacia energías renovables y las crecientes expectativas de los clientes demandan una transformación profunda en la gestión de estos negocios.
Sin embargo, uno de los principales obstáculos que enfrentan los empresarios del sector no radica en el mercado, sino en su propio enfoque de liderazgo, según detectan los especialistas en negocios. Ya no basta con supervisar la operación o tomar decisiones tácticas. La gestión moderna requiere definir una visión estratégica, inspirar al equipo y fomentar una cultura de responsabilidad compartida.
Sin embargo, muchos empresarios caen en la trampa de la microgestión, asumiendo tareas operativas que podrían delegarse. Según Sebastián Jukic, titular de ActionCOACH, “el error más común que cometen hoy muchos empresarios de Estaciones de Servicio es que no saben delegar. No se dan cuenta de que su rol como líderes es elegir las personas correctas en quienes delegar las tareas del negocio”.
La delegación, lejos de ser simplemente asignar tareas, implica un proceso estructurado: definir claramente los objetivos, seleccionar a las personas adecuadas, comunicar expectativas y realizar un seguimiento que fomente el desarrollo. En este sentido, Jukic subraya que “muchos empresarios creen que delegar es dar órdenes, bajar líneas, distribuir tareas, y cometen el error de que sus equipos se quedan paralizados frente a los problemas”.
Esta práctica, común en el sector, perpetúa un círculo vicioso donde los empleados no asumen responsabilidades y el empresario queda atrapado en la rutina operativa, sin tiempo para planificar el futuro.
EL IMPACTO DE UN LIDERAZGO DEFICIENTE
La falta de liderazgo efectivo tiene consecuencias directas en el desempeño de las Estaciones de Servicio. Equipos desalineados, alta rotación de personal y una atención al cliente inconsistente son síntomas de una gestión centrada en el control en lugar del empoderamiento.
Además, la centralización de decisiones en el titular de la empresa genera cuellos de botella. Como señala Jukic, “cuando todo depende del dueño, la inacción es muy grande porque todo está parado porque gira alrededor de una persona”.
Esto no solo limita el crecimiento del negocio, sino que también agota al empresario, quien dedica su energía a resolver problemas operativos en lugar de diseñar estrategias para el futuro.
LA SOLUCIÓN: UN LIDERAZGO QUE TRANSFORMA
Para superar estos desafíos es necesario fortalecer el liderazgo en todos los niveles de la organización. “Cuando uno empieza a formarse como líder, lo que hace es generar equipos autónomos que son responsables, proactivos, que trabajan con el foco del cliente y que resuelven problemas”, explica Jukic.
“Un liderazgo transformador también requiere empatía y compromiso con el desarrollo de las personas. Los empresarios deben invertir en la capacitación de sus equipos, no solo en habilidades técnicas, sino en competencias como la resolución de problemas, la comunicación y la toma de decisiones”, expresa el especialista y agrega: “la pregunta no es si el cambio es necesario, sino si los empresarios están listos para enfrentarlo”.
Para mayores precisiones, Jukic invita a participar el próximo miércoles 7 de mayo del Webinar gratuito de ActionCoach donde se compartirán estrategias prácticas para transformar un equipo que solo reacciona, en uno que compite para ganar.
0 comentarios