La movilidad sostenible en México plantea una transformación significativa, impulsada por el aumento en la demanda de hidrógeno verde. Según la Asociación Mexicana de Hidrógeno y Movilidad Sostenible (AMH2), la demanda de hidrógeno verde se incrementará en más de un 1,000% en las próximas décadas, pasando de 230 kilotoneladas en 2030 a 2,700 kilotoneladas en 2050. Este aumento podría generar inversiones por encima de los 60,000 millones de dólares y la creación de 3 millones de empleos.

Israel Hurtado, presidente y fundador de la AMH2, destacó en una reciente conferencia de prensa que este crecimiento no solo afectará a la industria petroquímica y la generación de electricidad, sino que también transformará el sector de la movilidad. El mismo explicó que “el hidrógeno verde será clave para la sustitución de tecnologías en vehículos”, permitiendo el cambio de autos, autobuses y camiones de carga privados que actualmente utilizan diésel y gasolina.

Para satisfacer la demanda industrial energética, se estima que México necesitará instalar 79 gigawatts de capacidad renovable y 51 gigawatts de electrólisis para 2050. Esta infraestructura permitirá la producción de hidrógeno verde, una fuente limpia que no solo reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también impulsará el desarrollo.

Desde la AMH2 señalaron a Surtidores Latam que también visualizan a México como un posible líder en la fabricación de componentes clave para la industria del hidrógeno, como turbinas eléctricas, electrolizadores, tanques de almacenamiento, compresores, tuberías y válvulas. 

Sin embargo, Hurtado señaló que existen varios desafíos que deben superarse para que esta visión se convierta en realidad. Uno de los principales retos es la necesidad de contar con una regulación adecuada, leyes y normas técnicas que proporcionen certidumbre a las inversiones y proyectos relacionados con el hidrógeno verde. Además, es crucial involucrar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la producción y consumo de hidrógeno verde, lo cual requerirá la socialización e inclusión de estas entidades en el desarrollo de proyectos de hidrógeno.

Cabe destacar que en otras partes del mundo, ya se están implementando proyectos piloto de electrolineras e hidrogeneras. Las electrolineras utilizan almacenamiento eléctrico proveniente de la generación de hidrógeno verde para producir electricidad que puede ser utilizada en puntos de carga para vehículos eléctricos.

Las hidrogeneras, por su parte, son Estaciones de Servicio que ofrecen hidrógeno verde directamente para abastecer automóviles. Estas almacenan hidrógeno en condiciones específicas, ya sea comprimido u otras formas de almacenamiento. Actualmente, son proyectos piloto, pero se espera que, con el avance tecnológico, las hidrogeneras se conviertan en una pieza fundamental de la infraestructura de movilidad en México.