México.
19 Nov, 2024
Política México apuesta por un nuevo régimen fiscal para Pemex: simplificación tributaria y ajustes estratégicos
La gestión gubernamental actual plantea cambios estratégicos en busca de mejorar la economía energética del país.

El gobierno de México anunció un nuevo régimen fiscal para Petróleos Mexicanos (Pemex) que busca simplificar la tributación de la petrolera estatal y fortalecer sus finanzas. A partir de 2025, Pemex pagará un único impuesto denominado Derecho Petrolero para el Bienestar, eliminando los tres derechos vigentes hasta ahora: Derecho de Explotación, Derecho de Extracción de Hidrocarburos y Derecho de Utilidad Compartida (DUC). Según Edgar Zamora, subsecretario de Hacienda, esta medida tiene como objetivo condensar las eficiencias operativas en un solo tributo, manteniendo neutralidad en las finanzas públicas.

Esta nueva medida tendrá una tasa general del 30% y una reducida de 11.63% para el gas no asociado, considerando las proyecciones de producción de hidrocarburos y precios estimados para el próximo año. Este cambio se suma a una tendencia de apoyo a la empresa durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, cuando la tasa del DUC se redujo de un 65% a un 30%.

Además, el director general de Pemex, Víctor Rodríguez, señaló que esta reforma tributaria permitirá liberar recursos para inversiones, atender la deuda financiera y con proveedores, y cubrir necesidades operativas. La empresa prevé recortar 50.000 millones de pesos en costos mediante la consolidación de sus más de 40 subsidiarias en una estructura única, más eficiente y resiliente.

Cabe aclarar que Pemex, enfrenta una deuda financiera de 97.300 millones de dólares, la más alta entre las petroleras estatales de América Latina. Aunque el gobierno ha declarado que no recurrirá a los mercados de capital en el corto plazo, la empresa deberá manejar cuidadosamente sus compromisos, que actualmente representan el 84% de su presupuesto planificado para 2024 y podrían exceder el 90%.

En conversación con Surtidores Latam, Ramsés Pech, especialista en temas energéticos, destacó que aunque simplificar los impuestos es una medida que podría aligerar la carga administrativa de Pemex, persisten desafíos estructurales graves. “La realidad es que Pemex tiene una deuda a proveedores que está afectando a muchas empresas. El recorte en inversión y los pagos atrasados generan un impacto directo en la economía de estados, así como en las pequeñas y medianas empresas que dependen de la petrolera”, explicó.

Este problema de deuda se combina con un ajuste en el presupuesto destinado a exploración y producción, que ha disminuido significativamente desde 2021. En ese año, se destinaron 165.000 millones de pesos a aguas someras, mientras que para 2025 se prevé una asignación de apenas 93.000 millones.

La contracción presupuestaria podría afectar especialmente a los estados productores de petróleo, como Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas. En Campeche, las PYMES enfrentan una reducción drástica en los recursos asignados, pasando de 150.000 millones de pesos en 2021 a solo 50.000 millones. Esta disminución amenaza la capacidad de Pemex para cumplir con sus pagos a proveedores, muchos de los cuales ya han reportado problemas financieros.

En términos operativos, Pemex espera incrementar sus reservas 3P (probadas, probables y posibles) de 18.9 a 20.3 miles de millones de barriles de petróleo crudo equivalente para 2030. Este esfuerzo incluye la exploración en aguas someras y campos terrestres con técnicas avanzadas, con el objetivo de garantizar 10 años de consumo energético para el país. Sin embargo, los expertos advierten que las inversiones en estas áreas se han reducido considerablemente, lo que podría comprometer estas metas.

En este sentido, Pech también señaló que México enfrenta un problema más amplio relacionado con el aumento del déficit presupuestal y un mayor techo de endeudamiento, que podría situarse en un 51.4% del PIB en 2025. “El incremento del gasto social ha contraído los recursos para el desarrollo económico. En 2018, representaba un 30% del presupuesto, pero para 2025 será solo del 23%. Esto afecta directamente a sectores estratégicos como energía y turismo, que generan retorno económico”, añadió.

Además, advirtió sobre la falta de alineación entre las proyecciones de producción y exportación de crudo que manejan Pemex, la Secretaría de Energía y la Secretaría de Hacienda. “Esto genera incertidumbre operativa y puede obligar a importar crudo a partir de 2026, algo que contradice los objetivos de autosuficiencia energética”, comentó.

Por último, Pech subrayó que el presupuesto destinado a Pemex para 2025, de 464.000 millones de pesos, es prácticamente el mismo que en 2021, lo que representa una reducción en términos reales si se considera la inflación acumulada.

 

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