En un sector tan dinámico y competitivo como el de las Estaciones de Servicio, el verdadero motor de éxito no son las máquinas ni el combustible, sino las personas. La gestión del personal, a menudo relegada a un segundo plano, se ha convertido en un factor estratégico para potenciar los resultados empresariales en Latinoamérica.

En este sentido, febrero marca el fin de las vacaciones para muchos trabajadores, un periodo en el que las empresas deben enfrentarse a un doble desafío: reincorporar a su personal con energía renovada y responder a la demanda creciente de clientes. 

Carina Buroni, experta en Recursos Humanos, destacó que las compañías del sector enfrentan un reto importante: adaptarse a las nuevas expectativas de sus colaboradores. «Las motivaciones económicas ya no bastan para cubrir las demandas actuales. Es fundamental apostar por incentivos que vayan más allá de lo financiero, como fomentar vínculos sólidos entre los equipos, construir ambientes laborales saludables y ofrecer oportunidades reales de desarrollo profesional», señaló en una conversación con Surtidores Latam.

La especialista señaló que pequeñas acciones pueden marcar grandes diferencias. Espacios de descanso bien diseñados, horarios flexibles o incluso un reconocimiento genuino por los logros alcanzados generan un impacto directo en el bienestar de los equipos. 

La realidad de las Estaciones de Servicio es única: turnos rotativos, atención al cliente en constante flujo y la necesidad de mantener altos estándares de calidad bajo presión. Frente a este panorama, Buroni destacó que el reconocimiento y la motivación diaria deben ser prácticas habituales. “Las recompensas por objetivos alcanzados, incluso pequeños logros, son esenciales para mantener al equipo alineado y comprometido”, añadió.

En Latinoamérica, no faltan casos de éxito en los que empresas han transformado su gestión de recursos humanos. Desde programas de capacitación diseñados para empoderar a los empleados, hasta estrategias que promueven un balance entre trabajo y vida personal, estas iniciativas no solo mejoran la retención de talento, sino que también fortalecen la imagen de la marca ante los clientes.

“La diferencia entre un cliente satisfecho y uno fidelizado muchas veces depende del trato que reciba del personal. Y ese trato está directamente relacionado con cómo la empresa cuida y motiva a su equipo”, concluyó.

Según la misma, el cambio no requiere inversiones exorbitantes ni estrategias complejas. Proveer un entorno de trabajo limpio, seguro y estimulante puede ser suficiente para dar el primer paso hacia un equipo comprometido y una experiencia superior para los clientes.