barril de petroleo mexico
México.
9 Abr, 2025
Logística Reservas de petróleo estancadas: señales de alerta para el futuro gasolinero mexicano
La falta de crecimiento en las plantas probadas de petróleo encendió una nueva alarma. A medida que se acumulan los factores de riesgo, la presión sobre precios y rentabilidad de las Estaciones de Servicio comienza a hacerse evidente.

Las reservas probadas de petróleo en México no muestran avances significativos, de acuerdo con los datos más recientes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). En 2024, se reportaron 23.146 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, apenas por debajo de los 23.181 millones registrados en 2023. El estancamiento, aunque leve en cifras, tiene implicaciones profundas en términos de inversión y autosuficiencia energética.

Gabriel Rosas, Director de Operaciones de Verifigas, explicó a Surtidores Latam que esta situación desalienta a los inversores privados, pues la falta de incentivos, como las rondas petroleras canceladas, ha detenido tanto la exploración como la extracción. “Al no haber nuevas exploraciones, México se vuelve más dependiente de las importaciones”, señaló, lo cual incrementa la vulnerabilidad del país ante los vaivenes del mercado internacional y de la geopolítica global.

Esta creciente dependencia podría provocar un aumento gradual en los precios de los combustibles. Rosas detalló que, de mantenerse la tendencia, la proporción de importación pasaría del 60% al 80%, encareciendo los costos logísticos de transporte, refinación y distribución. En ese sentido, subrayó que el actual tope de 24 pesos por litro acordado entre el gobierno y los gasolineros podría tener los días contados.

“El tope de precios no es sostenible durante todo el año. Limita la rentabilidad de las estaciones de servicio y no refleja los costos reales de operación”, sostuvo Rosas. Además, advirtió que una vez retirado ese límite, los valores podrían comenzar a subir de forma paulatina, afectando tanto a consumidores como a empresarios.

La situación se agrava con la incertidumbre en torno a posibles aranceles a productos energéticos importados, una medida que, de implementarse, impactaría directamente en la cadena de suministro. A esto se suma la falta de infraestructura clave, como centros de almacenamiento estratégicos y una red logística eficiente que permita reducir los costos de distribución.

Rosas también resaltó la necesidad de poner en marcha la refinería de Dos Bocas, uno de los proyectos insignia de la administración anterior. “Si comenzará a operar a plena capacidad, no solo aliviaría la presión sobre las importaciones, sino que también podría incentivar nuevamente la inversión privada en exploración, especialmente en aguas profundas”, relató.

En cuanto al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), aclaró que este sigue aplicándose sin exenciones generales, aunque existen subsidios focalizados en zonas fronterizas para permitir cierta competitividad frente a los precios estadounidenses. No obstante, incluso con estos incentivos, la gasolina continúa siendo más barata del otro lado de la frontera.

El contexto ha generado una brecha entre la percepción social y empresarial. Mientras la población valora el precio congelado como un alivio económico, los empresarios del sector alertan que la medida no es sostenible ni realista a largo plazo. “Vivimos en un mercado libre, donde los precios deben responder a las condiciones del entorno. No se puede mantener una ficción indefinidamente”, concluyó Rosas.

 

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