Las tiendas de conveniencia dentro de Estaciones de Servicio fueron evolucionando de manera tal en que dejaron de ser puntos de venta de productos básicos para convertirse en centros de compras rápidas y variadas. 

En ese sentido, el autoservicio también abandonó el hecho de ser una simple tendencia y se convirtió en muchos países en una herramienta para la optimización de las operaciones.

Al respecto, Surtidores LATAM dialogó con Andrés Vergara, experto con más de seis años de experiencia en asesoría a empresarios minoristas del sector de combustibles.

“Una de las principales ventajas es que los empresarios dejan de depender de un cajero. Si, por alguna razón, ese colaborador no puede asistir al trabajo debido a un imponderable o un problema de salud, el sistema de autoservicio permite que los clientes realicen sus compras de manera autónoma”, explicó.

Por otro lado, el especialista mencionó que la transición hacia el autoservicio no está exenta de desafíos. Uno de los principales retos es la seguridad, especialmente en términos de prevención de robos. Aun así, sostuvo que las ventajas superan los riesgos, siempre y cuando se implementen las medidas de seguridad adecuadas.

Asimismo el referente afirmó que la implementación de puntos de autoservicio dentro de una tienda de conveniencia también puede agilizar considerablemente el proceso de compra.

En ese sentido, Vergara señaló que este modelo permite que los usuarios completen sus transacciones de forma más rápida y eficiente, lo que contribuye a una mayor rotación de ventas.

“Al aplicar varios puntos de pago, se genera una atención mucho más expedita, lo que debiese tender no solamente a disminuir los costos, sino también a aumentar las ventas. Los clientes saben que ya no tienen que esperar 10 minutos para comprar un café, una gaseosa o una papa frita”, resumió Vergara.