Con una camioneta que parece salida de una película de ciencia ficción, Alan Wurman, un aventurero chileno, y Lars, su compañero noruego, están protagonizando una odisea única en las carreteras de Latinoamérica. Juntos forman los “Cyberlocos”, un equipo que se lanzó a recorrer Latinoamérica en un automóvil eléctrico, un Tesla Cybertruck.
El viaje comenzó en enero de 2025 en Estados Unidos y, desde entonces, ya atravesaron Perú, Bolivia, Chile y, más recientemente, Argentina. Por delante les esperan Uruguay y Brasil, para luego embarcarse hacia África.
“Es una experiencia muy particular, primero porque hay muchos lugares que no están todavía preparados para recibir autos eléctricos”, explicó a Surtidores LATAM Alan Wurman, quien considera que esta falta de infraestructura convierte cada día en una nueva aventura.
El desafío no es menor: encontrar dónde cargar la batería del vehículo se transforma en un rompecabezas que los obliga a detenerse, hablar con la gente y buscar soluciones inesperadas.
“Hemos tenido que cargar en la casa de personas, en hoteles tirando cables desde el tercer piso, o pedir ayuda hasta en un instituto de electricistas”, relató. Lejos de desanimarse, Wurman consideró que estas situaciones enriquecen la experiencia. “Es una aventura muy entretenida y culturalmente muy enriquecedora para nosotros”, aseguró.
Cabe mencionar que el Tesla Cybertruck que conducen no pasa desapercibido. Con tres toneladas de peso, una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas cuatro segundos y tracción 4×4, superó retos extremos como la Carretera de la Muerte en Bolivia y las dunas del desierto de Atacama
“Es un robot”, dijo Wurman con orgullo, al describir a su compañera de ruta. “Tiene el sistema más avanzado de inteligencia artificial para manejarse solo. Uno pone la dirección a la que quiere ir y el auto, tomando decisiones independientes, te lleva del punto A al punto C”, comentó el joven de nacionalidad chilena.
Además de su capacidad de autoconducción, destacó que el modelo que manejan es el más seguro del mercado. “Eso para nosotros es importante”, señaló, sobre todo al enfrentarse a caminos poco transitados, terrenos hostiles o largos tramos sin señal. La seguridad, combinada con la innovación, les ha permitido cruzar regiones donde incluso vehículos convencionales tendrían dificultades. “Este viaje también tiene algo de activismo: mostrar que se puede”, concluyó Wurman.
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