Durante el tercer trimestre de 2024, las ventas de gasolina corriente continuaron cayendo, marcando una disminución del 6,47% frente al mismo período del año anterior. Esta tendencia negativa ya acumula cuatro trimestres consecutivos de decrecimiento, aunque por primera vez se observa una desaceleración en el ritmo de la caída.
A pesar de esta contracción en la demanda, el ministro de Hacienda, Diego Guevara anunció un nuevo incremento en el precio de los combustibles a partir del mes de febrero. Según confirmó, el alza de la gasolina corriente no superará los $90 por galón, mientras que el ajuste para el diésel sigue en proceso de negociación.
Acerca del tema, Alejandro Ribero Rueda, director ejecutivo de la Federación de Estaciones de Combustibles y Energéticos de Colombia (FECEC) dialogó con Surtidores LATAM quien manifestó su preocupación por el posible incremento del ACPM con el argumento de alcanzar la paridad internacional.
En primer lugar el referente expresó que cualquier incremento en el diésel debe implementarse de manera escalonada y concertada con los transportadores. En esa línea, advirtió que este tipo de alzas impactarán no solo a los propietarios de vehículos de gran tamaño, sino a toda la ciudadanía, ya que es el combustible que mueve la mayor parte de la carga a nivel nacional.
“Por el contrario, no creemos que existan razones para que se de un alza de la gasolina más allá de la que corresponda a factores de mercado como precio del crudo a nivel internacional, el de la tasa de cambio, o rubros reconocidos en la fórmula de cálculo”, argumentó Ribero Rueda.
Asimismo agregó: “En estos momentos el país tiene la gasolina motor corriente a paridad internacional por lo que no existe justificación para un incremento distinto a estos factores o a los que corresponden a subas como puede ser el incremento natural y anual del margen minorista”.
Por último el directivo del gremio que agrupa a empresarios gasolineros manifestó que el valor de los combustibles no debería ser utilizado como una solución a los problemas fiscales a nivel nacional.
“Como colombianos estamos convencidos que el precio de los combustibles no puede continuar siendo la solución a la carencia de recursos económicos de los gobiernos por la falta de austeridad y gastos desenfrenados en sus gestiones”, resumió Ribero Rueda.
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