La Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia (Fedebiocombustibles) reveló cifras sobre el papel de los biocombustibles en la lucha contra el cambio climático y su contribución al desarrollo en el país. Según el informe compartido por la entidad, representan una estrategia importante para alcanzar las metas de reducción de emisiones establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026.
De acuerdo con el Banco Mundial, un colombiano promedio emite aproximadamente 1,6 toneladas de CO2 al año. Para contrarrestar este impacto, el Plan Nacional de Desarrollo fijó una meta: reducir en 2,1 millones de toneladas las emisiones del sector transporte.
En este objetivo, el biodiésel y el bioetanol son piezas claves, contribuyendo con el 63% de la meta, lo que equivale a 1,3 millones de toneladas de CO2 evitadas durante el cuatrienio.
“Este avance confirma que los biocombustibles son una herramienta estratégica para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, proteger el medio ambiente y mejorar la calidad de vida de los colombianos”, mencionaron en el comunicado.
Cabe mencionar que si bien el gobierno nacional promueve el uso de biocombustibles mediante diversas políticas, desde Fedebiocombustibles manifiestan la necesidad de garantizar una regulación estable de los precios del biodiésel.
En ese sentido, el país se destaca en la región por la disponibilidad de materias primas para la producción de biocombustibles. La caña de azúcar y la palma de aceite son importantes en la elaboración de bioetanol y biodiésel, respectivamente.
Según Fedebiocombustibles, el uso de estas mezclas reduce en un 74% y un 83% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los combustibles tradicionales.
En ese aspecto señalaron que la emisión oportuna de resoluciones sobre los precios permitirá que el sector continúe siendo competitivo frente a los combustibles fósiles y mantenga su capacidad de generar desarrollo y bienestar.
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