Con el lema «Conectando el presente con el futuro de América Latina», el II Foro Latinoamericano de las Ideas (FLI) tuvo su edición 2024 en el Hotel Sheraton de Asunción. Organizado por el Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada (IDPPS), este encuentro reunió a destacados líderes regionales, incluidos varios ex presidentes como Juan Carlos Wasmosy, Raúl Cubas Grau, Luis González Macchi, Nicanor Duarte Frutos y Federico Franco, de Paraguay; Luis Lacalle Herrera, de Uruguay; Vinicio Cerezo, de Guatemala; Lenín Moreno y Jamil Mahuad, de Ecuador; y Carlos Mesa, de Bolivia, con el objetivo de fomentar el diálogo y la colaboración como pilares fundamentales para el progreso regional.
Una de las temáticas centrales del evento, fue titulada «Revolución Verde: Estrategias para un Futuro Sostenible», generando un espacio de reflexión sobre la integración de la sostenibilidad en los modelos de desarrollo económico de América Latina. En el mismo participó Massimiliano Corsi, presidente de la Cámara Paraguaya de Biocombustibles y Energías Renovables.
Durante su intervención, Corsi enfatizó en la importancia que tiene una transición energética efectiva, la cual radica en equilibrar las necesidades sociales y económicas con la preservación del medio ambiente. Según expresó el mismo a Surtidores Latam, existe un debate global sobre la gravedad del cambio climático, y no es necesario creer en un escenario catastrófico para promover el respeto por el entorno. “La conciencia ambiental debe estar basada en la responsabilidad y no en ideologías”, enfatizó.
En el foro, Corsi remarcó que el desafío está en adaptar las soluciones sostenibles a la realidad de la región. En latinoamérica, donde muchas personas luchan diariamente por el sustento, las estrategias deben integrarse con las necesidades sociales. “Impulsar tecnologías que no requieran cambios drásticos en la infraestructura, como los biocombustibles, representa una vía accesible y realista”, relató.
El especialista sostuvo que esta alternativa energética no solo contribuye a la reducción de emisiones, sino que también impulsa la economía rural, genera empleo y ofrece una opción asequible para los países en desarrollo.
Asimismo, resaltó la ventaja agroindustrial de América Latina, que cuenta con recursos naturales suficientes para producir biocombustibles de manera sostenible. Cultivos como la caña de azúcar, el maíz y la soja, junto con subproductos agrícolas, pueden ser transformados en biodiésel y etanol, fortaleciendo las economías locales y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles. “Esta riqueza de recursos debe ser aprovechada estratégicamente, convirtiéndose en un motor para el desarrollo económico y social”, mencionó.
Durante su exposición, también hizo referencia al papel del transporte en la economía regional. Señaló que este sector, esencial para el bienestar social, puede beneficiarse enormemente de los biocarburantes, ya que ofrecen una solución viable sin necesidad de realizar inversiones costosas en nuevas infraestructuras. “La sostenibilidad no puede ser un privilegio, debe ser accesible para todos y el etanol es una herramienta que permite alcanzar ese equilibrio”, afirmó.
El representante de BIOCAP además reforzó la importancia de utilizar residuos locales para la producción de biocombustibles, promoviendo así la economía circular y contribuyendo a la descarbonización. Enfatizó que América Latina no debe esperar a que los efectos del cambio climático sean irreversibles para actuar. Su mensaje fue contundente: “Tenemos los recursos y la capacidad para hacer la diferencia ahora”.
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