Desde el 1° de octubre, Argentina vivirá un hecho inédito en las últimas décadas, porque los precios de los combustibles podrían bajar por la caída en el valor internacional del petróleo Brent. Esta referencia para el mercado local llevó al presidente de YPF a alimentar la postura de alineamiento a la economía exterior.

Según el análisis del economista Alberto Siglioccoli, esta decisión tendrá un impacto relativamente bajo, pero no insignificante, en la economía real.

En declaraciones a surtidores.com.ar, el experto señaló que la medida, si bien es positiva en cuanto a la percepción política, es un arma de doble filo que pone a las Estaciones de Servicio en medio de un contexto proclive a cambios inesperados.

El exfuncionario del Banco Central y de la Jefatura de Gabinete, enfatizó que se está utilizando el precio de los combustibles como una herramienta política. «Al Gobierno le interesa comunicar, si bien el dólar y el precio del petróleo han subido, también pueden bajar. Es una forma de enviar un mensaje a los mercados«, expresó.

Al respecto, Siglioccoli subrayó que esta postura del Ejecutivo, que busca mostrar una cierta estabilidad o control, podría contrastar con la realidad internacional, particularmente con la crisis en Medio Oriente, que hace que el crudo sea inestable y volátil y pueda escalar de los 70 dólares actuales hasta los 90 en el corto plazo. «De suceder, la suba sería significativa y pondría en riesgo la estabilidad de los precios de los combustibles, lo que afectaría gravemente la economía real», subrayó.

Otro punto importante en el análisis es el componente impositivo de los combustibles. En este aspecto, sugirió que, para que esta baja de precios tenga un impacto real y visible en el surtidor, el Gobierno debería reconsiderar los porcentajes. “Sin este ajuste, la disminución de los precios podría perder relevancia”, opinó.

Finalmente, Siglioccoli mencionó que la reducción de los valores no será capitalizada de manera eficiente por las Estaciones de Servicio debido a la actual recesión del mercado. “Los estacioneros, deberán adaptarse a esta nueva tendencia sin muchas expectativas de crecimiento a corto plazo”, sentenció.