Paraguay apuesta fuerte al Hidrógeno Verde con energía hidroeléctrica, buscando liderar la transición energética y descarbonizar su economía

Paraguay apuesta fuerte al Hidrógeno Verde con energía hidroeléctrica, buscando liderar la transición energética y descarbonizar su economía

Paraguay.
22 May, 2025
Matriz energética Descarbonizar el transporte: Paraguay pone en marcha su hoja de ruta con hidrógeno
Con una estrategia nacional basada en energías renovables y alianzas público-privadas, el país avanza en la producción, regulación e infraestructura del H2.

En un contexto internacional marcado por la transición hacia energías limpias y la descarbonización de las economías, Paraguay ha decidido posicionarse con fuerza en el desarrollo del hidrógeno verde. Con abundantes recursos renovables e infraestructura hidroeléctrica ya consolidada, el país sudamericano vislumbra una oportunidad estratégica para impulsar una nueva matriz energética, reducir su dependencia de los combustibles fósiles e incluso industrializar sectores de su economía.

Un punto inicial fue en junio de 2021, cuando el Gobierno paraguayo, a través del Viceministerio de Minas y Energía, presentó el estudio “Hacia la ruta del hidrógeno verde en Paraguay”. El documento, resultado de una colaboración entre instituciones nacionales y organismos internacionales, delineó un plan para construir un ecosistema de hidrógeno verde ordenado y competitivo. Las condiciones naturales del país, como el acceso abundante a energía hidroeléctrica renovable y a bajo costo, colocan a Paraguay en una situación ventajosa frente a otros actores regionales.

Según proyecciones oficiales, el costo nivelado del hidrógeno verde (LCOH) podría situarse en un rango de entre 1.9 y 4.8 dólares por kilogramo en 2025, con una tendencia decreciente que podría llevarlo a valores entre 1.2 y 2.2 dólares para el año 2050. No obstante, más allá del costo, la ventaja diferencial reside en la infraestructura energética ya desarrollada: las centrales hidroeléctricas de Itaipú, Yacyretá y Acaray permiten una producción eléctrica enteramente renovable, disponible para alimentar la generación de hidrógeno sin necesidad de nuevas inversiones masivas.

En este marco, Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía, hizo hincapié en la necesidad de establecer un marco legal específico que regule la producción de hidrógeno verde, y los procesos asociados. Según explicó, se está trabajando en delinear las bases jurídicas para garantizar una explotación sostenible y segura de esta fuente energética, con especial atención al uso del agua, un recurso crucial en este tipo de tecnología.

Además de lo normativo, también se están activando medidas concretas para fomentar el crecimiento del sector. Massimiliano Corsi, presidente de la Cámara Paraguaya de Biocombustibles y Energías Renovables (Biocap), detalló a Surtidores Latam que Paraguay ya está promoviendo inversiones en infraestructura de producción y almacenamiento, incentivando la investigación y buscando asociaciones estratégicas con actores nacionales e internacionales para consolidar esta industria emergente. 

Para Corsi, el hidrógeno verde representa una alternativa clave en el sector transporte, con beneficios notables como su alto rendimiento energético, facilidad de almacenamiento y recarga, y sobre todo, su bajo impacto ambiental. Estas características, aseguró, permitirán no solo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también mejorar la calidad del aire urbano.

A nivel estratégico, Paraguay ha optado por un enfoque progresivo. Las limitaciones logísticas, como la falta de acceso al mar y la infraestructura de exportación aún en desarrollo, han llevado al país a priorizar aplicaciones locales del hidrógeno, especialmente en hubs industriales ubicados cerca de las zonas de producción. Estos polos industriales utilizarán el hidrógeno verde como insumo para la producción de fertilizantes y otros productos verdes, permitiendo una salida eficiente al mercado y fomentando la diversificación productiva.

Este modelo no solo facilita el aprovechamiento integral del recurso energético, sino que sienta las bases para aplicaciones futuras, como su uso automotor en estaciones de servicio adaptadas para abastecer vehículos a hidrógeno. En este sentido, se abre un camino interesante hacia la descarbonización del transporte, especialmente en sectores de movilidad pesada, donde el hidrógeno ofrece ventajas frente a otras tecnologías.

La estrategia paraguaya se articula en seis pilares fundamentales, abarcando desde el acceso a la red eléctrica, la regulación del uso del agua, la logística y seguridad, hasta un marco de gobernanza y socialización que permita coordinar actores y alinear objetivos. A corto plazo, se han priorizado acciones como la definición del hidrógeno como actividad industrial, la creación de tarifas eléctricas específicas y la implementación de un sistema de monitoreo para seguir los avances.

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