A medida que se acerca el 31 de diciembre, los empresarios gasolineros de México enfrentan un reto cada vez mayor: cumplir con los requisitos para obtener el certificado de operación y funcionamiento adecuado de sus controles volumétricos. En conversación con Surtidores Latam, Gabriel Rosas, gerente de operaciones de Verifigas, expresó que este trámite no solo es obligatorio, sino crucial para evitar sanciones severas por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
“Este año, más del 80% de las Estaciones de Servicio aún no han comenzado el proceso”, lo que podría generar una demanda excesiva y dificultades para obtener el certificado a tiempo. Los controles volumétricos son sistemas que permiten medir con precisión la cantidad de combustible que entra, se almacena y se vende en las gasolineras.
Es importante remarcar que esto incluye no solo gasolina, sino también otros hidrocarburos como el gas LP y el gas natural. El cumplimiento de las normativas relacionadas con estos, es esencial para garantizar la transparencia en la cadena de valor de los hidrocarburos, evitando pérdidas económicas o manipulaciones que perjudiquen tanto a los consumidores como al gobierno.
El anexo fiscal, que se publica cada año, exige que los puntos de expendio tengan equipos de medición calibrados y un software que registre y reporte automáticamente al SAT los datos sobre el combustible. «Es fundamental que estos sistemas sean seguros, con protección contra códigos maliciosos y seguridad perimetral para evitar posibles hackeos que alteren la información enviada al SAT», señaló Rosas.
El certificado de cumplimiento de los controles volumétricos es un requisito que debe renovarse cada año, con el 31 de diciembre como fecha límite. Este documento verifica que los equipos de medición de las estaciones están calibrados y funcionan correctamente, cumpliendo con los estándares de seguridad y eficiencia. «El equipamiento debe estar en perfectas condiciones, desde los tanques hasta las sondas de nivel y temperatura, para garantizar que lo que se compra es lo que realmente se vende», explicó.
Sin embargo, obtener este aval no es un proceso rápido. Implica tres etapas: una revisión documental que incluye el sistema de gestión de la medición y los manuales del sistema informático, una inspección física en el sitio para verificar la operatividad de los equipos, y finalmente, la emisión del certificado. Según Rosas, este trámite puede tardar entre dos y tres semanas, o incluso más, dependiendo la complejidad de las instalaciones.
Cabe destacar que las consecuencias por no cumplir con esta normativa son significativas. Las multas oscilan entre 1.1 y 1.6 millones de pesos para aquellos que no presenten la documentación a tiempo. Además, si se descubre que los datos reportados al SAT han sido manipulados o son incorrectos, las sanciones pueden llegar hasta los 5 millones de pesos, e incluso el cierre definitivo de la estación de servicio. «Dependiendo de la gravedad del incumplimiento, también podrían aplicarse sanciones penales», advirtió Rosas.
Además de los gasolineros, esta normativa aplica a otros actores de la cadena de distribución de hidrocarburos, como los distribuidores y transportistas de gas LP, gas natural y otros petrolíferos. «Toda esta cadena debe cumplir con el anexo 30 de los controles volumétricos, pero muchos aún no han comenzado su trámite», afirmó.
0 comentarios