Esta semana se completó el llenado del gasoducto Néstor Kirchner, con lo cual tras el proceso de prueba de las válvulas que la vinculan al troncal Neuba II, ya se encontraría en condiciones de comenzar a aportar una importante cantidad de gas proveniente de Vaca Muerta.

De esta manera, se acrecientan las expectativas del sector de Estaciones de Servicio de GNV relacionadas con los tiempos y la oferta que estará disponible para inyectar el fluido en los surtidores.

Sin embargo, el especialista energético Daniel Montamat, explicó en diálogo con surtidores.com.ar, que si bien ya está verificado que el primer tramo del gasoducto puede ser presurizado para transportar 11 millones de metros cúbicos por día, aún resta un tiempo prudencial por delante para conocer con certeza los beneficios que esta obra traerá específicamente a los Bocas de Carga de GNV.

“Para que ese volumen llegue a las zonas de consumos más altos donde generalmente se encuentran afincadas las bocas de expendio, falta terminar la interconexión que permita unificar la red troncal con las terminales”, enfatizó.

En este contexto, Montamat prefirió no pronosticar lo que aún es un panorama incierto -a su entender-, respecto de la cantidad de gas generado en Vaca Muerta que pueda ser utilizado por las operadoras de combustibles.

A ello sumó las restricciones que aún pueden llegar a haber a causa de los días de frío invernal que suele afectar a las bocas de expendio de GNV que cuentan con contratos interrumpibles, si no está la oferta de gas adicional de GNL, o si Bolivia no entrega el volumen comprometido de 8 a 10 millones de m3 por día.

No obstante, evaluó que cuando las nuevas conexiones estén cumplimentadas, se podrán sustituir las importaciones para las áreas de gran consumo y en ese momento, seguramente se disiparán las posibilidades de corte a las estaciones de GNV.