Mientras los propietarios minoristas de Estaciones de Servicio que comercializan Gas Natural Vehicular (GNV) comienzan a implementar tecnologías más avanzadas para la gestión de transacciones, también surgen nuevos desafíos relacionados con la seguridad. El uso de chips para automatizar la carga y el pago del combustible es una innovación importante, pero, según expertos, también una puerta abierta al fraude si no se adoptan las medidas adecuadas.
Carlos Zambrano, consultor en ciberseguridad y transformación digital, advirtió en diálogo con Surtidores LATAM que “los fraudes relacionados con el uso de chips en estaciones de GNV han venido en aumento, sobre todo cuando no se utilizan dispositivos que cumplan con estándares de seguridad internacional o se deja de lado el monitoreo activo de las transacciones”. Por ello, propuso un enfoque integral para mitigar los riesgos.
Una de las recomendaciones fundamentales es el uso de chips seguros, que no solo cumplan con certificaciones internacionales, sino que además cuenten con mecanismos avanzados como criptografía y autenticación. “Debe ser imposible de clonar. Si no se garantiza eso desde el diseño del sistema, ya estamos empezando con un punto débil”, comentó.
El especialista también subrayó la necesidad de educar a los clientes, no solo en el uso correcto de los sistemas, sino también en cómo detectar posibles irregularidades. “El usuario debe saber cuándo una transacción es legítima y cuándo no. Tiene que estar empoderado para reportar actividades sospechosas sin temor ni confusión”, explicó.
Puntualmente en Perú, este problema se tornó aún más delicado tras las denuncias sobre bandas criminales que usan chips de GNV de forma ilegal para abastecer unidades de transporte público no autorizadas. Frente a ello, la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú (AGESP) expresó hace un tiempo su respaldo a las acciones policiales y administrativas que busquen erradicar estas prácticas ilegales. En un comunicado oficial, la entidad gremial afirmó: “Esperamos que las investigaciones identifiquen a todos los responsables que integran estas bandas criminales”.
AGESP también recordó que este tipo de situaciones fue advertida reiteradamente por el gremio desde hace más de diez años, al señalar las deficiencias estructurales del Sistema de Control de Carga, actualmente bajo la tutela de COFIDE. Según el pronunciamiento, estas falencias siguen siendo explotadas por actores delictivos que comprometen la seguridad tanto de los establecimientos comerciales como de la ciudadanía.
Por ello, el gremio exigió que las autoridades encargadas de administrar y supervisar dicho sistema implementen una nueva solución tecnológica robusta y eficaz que cierre definitivamente las brechas de seguridad. “Solo así será posible impedir que estas bandas delincuenciales sigan aprovechándose del sistema”, subrayaron. Zambrano coincide en este punto y afirmó que “sin una revisión estructural del sistema actual, cualquier parche será insuficiente”.
Finalmente, tanto el experto en ciberseguridad como AGESP coincidieron en destacar la necesidad de construir una cultura de seguridad tecnológica en el sector energético. “Digitalizar no significa solamente automatizar procesos, sino también asumir nuevas responsabilidades en materia de protección de datos y prevención del delito digital”, concluyó Zambrano.
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