El impulso hacia la adopción de energías renovables y la sostenibilidad sigue ganando terreno en Paraguay. El país ha comenzado a consolidarse en la producción de biocombustibles a partir de materias primas nacionales como el aceite de maíz y el aceite de soja, productos que, al ser procesados localmente, adquieren un valor agregado mayor en comparación con la exportación en su estado natural.
En este contexto, Santiago Peña, presidente de Paraguay, ha expresado la firme intención de su gobierno de continuar incrementando el porcentaje de biodiésel en los combustibles. Esta estrategia se ha vuelto muy importante para el sector, ya que fomenta la industrialización de los granos en el país.
“Hoy los estudios técnicos nos dicen que gradualmente podríamos llegar a un 20%. Estamos decididos a plantear al Congreso una ley que permita hacer crecer a quienes utilicen la materia prima nacional para generar biodiésel y reforzar el sello verde del país”, señaló Peña.
En este sentido, Massimiliano Corsi, presidente de BIOCAP, en conversación con Surtidores Latam, se pronunció sobre la política de biocombustibles, destacando la importancia de estas declaraciones para avanzar en la reforma de la Ley 6389/2019, que establece el régimen de promoción para la elaboración sostenible y utilización obligatoria de biocombustibles aptos para motores diésel.
Corsi afirmó que el ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, ha liderado un esfuerzo constante para presentar al Ejecutivo una propuesta de modificación a la ley vigente. Este trabajo es crucial para consolidar el crecimiento del sector y sentar las bases para un desarrollo más robusto y sostenible.
“Confiamos en que estas medidas potenciarán la producción del biodiésel, fortaleciéndose aún más y asegurando un futuro más sólido”, agregó Corsi, quien subrayó que la comercialización de este producto en Paraguay ha experimentado un crecimiento exponencial este año, triplicando los niveles registrados en el año anterior, tanto en el mercado interno como en las exportaciones.
En el 2023, Giménez fue quien dió un paso importante para la industria del biodiésel, al aumentar la mezcla del 2% al 5% tan solo 30 días después de asumir su cargo. Esta decisión fue un claro indicativo de la prioridad que otorga el gobierno a la expansión de esta industria, con el fin de consolidar una política energética más competitiva y menos contaminante.
Según Corsi, el biodiésel y el etanol representan soluciones clave en la transición energética y la descarbonización. Además de los beneficios ambientales, el desarrollo de estos biocombustibles tiene el potencial de generar importantes ventajas económicas para Paraguay. Entre estos se encuentran la seguridad energética, el ahorro de divisas al reducir la importación de hidrocarburos y la industrialización de productos agrícolas, lo que agrega valor a la cadena de producción nacional.
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