La decisión del Gobierno Nacional con respecto al aumento que llevará el precio del galón de diésel a más de $15.000, fue justificado por el Ministerio de Hacienda como una medida necesaria para alinear su costo con los precios internacionales.
Cabe mencionar que este ajuste, que se llevará a cabo en tres fases hasta el año 2025, subirá el precio del galón de diésel en $6.000, pasando de $9.456 a más de $15.000.
Sin embargo, la suba plantea serios desafíos para los transportadores de carga y el sector de distribuidores minoristas de combustibles. Acerca del tema, Surtidores LATAM dialogó con María Eugenia Martínez, directora ejecutiva y asesora jurídica de la Asociación de Estaciones de Servicios de Norte de Santander (ASESNORT).
“Me parece una situación grave porque la gasolina ha subido ya hace más de un año y la gente no tanquea lo mismo que antes, se restringe, anda más en transporte público que en los mismos vehículos”, sostuvo.
De acuerdo a los datos emitidos por la Coordinación Económica de COMCE-SOLDICOM, hubo una baja en las ventas de gasolina del 8,09%. Asimismo, también existió una disminución de la comercialización del ACPM dentro del sector de Estaciones de Servicio durante mayo y junio con un 1,83% y 2,54% respectivamente.
En esa línea, Martínez destacó que el diésel es esencial para la economía del país, ya que impulsa el transporte de mercancías, maquinaria y pasajeros. Con el aumento de su precio, anticipa un incremento en los costos de fletes y pasajes, lo que podría tener un efecto dominó en los calores de los productos básicos.
Por último, la referente que opera en el Norte de Santander, mencionó que el control de precios y las condiciones en zona fronteriza con Venezuela también impactan en el mercado de combustibles local.
“Nosotros en la gasolina venimos afectados hace más de un año porque ya las ventas han bajado bastante. El precio es tan alto que la gente no compra. Vamos a ver una desaceleración de la economía”, resumió Martinez.
El problema de los subsidios. Los gobiernos latinos no entienden que los combustibles no se pueden subsidiar indefinidamente, solo afecta la verdadera rentabilidad de los negocios. Y eso también por las energías renovables
Los negocios necesitan bases sólidas para su desarrollo.