Desde la medianoche de este jueves 8 de mayo, los costarricenses enfrentan una nueva variación en los precios de los combustibles: mientras las gasolinas aumentan su valor, el diésel y el gas de cocina presentan una leve baja. Esta medida fue aprobada por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) y responde a las fluctuaciones internacionales del mercado energético.
En detalle, el litro de gasolina súper aumentará ¢20 y el de regular ¢34. En contraste, el diésel bajará ¢24 y quienes adquieran un cilindro de gas de 25 libras pagarán ¢146 menos. La Aresep explicó que este comportamiento dispar en los precios responde directamente a la evolución de las cotizaciones internacionales de los derivados del petróleo.
Según la entidad, “cada producto tiene un comportamiento distinto en el mercado global, lo que justifica los movimientos asimétricos en los precios internos”.
El proceso para fijar estas tarifas se basa en la información suministrada por la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), que cada mes presenta las facturas de compra del combustible. Con esos datos, Aresep elabora un informe técnico que luego se somete a consulta pública antes de su aprobación.
José Miguel Masís, director ejecutivo de la Cámara de Empresarios del Combustible, explicó a Surtidores Latam que Costa Rica opera bajo un modelo de precio único para los combustibles, una política gestionada por Recope.
El mismo comentó que esto garantiza igualdad en el acceso a los hidrocarburos en todo el territorio nacional, gracias a un esquema de subsidio cruzado: las zonas de alto consumo contribuyen a que los precios se mantengan accesibles en regiones más remotas.
Masís señaló que, en este contexto, la competencia entre estaciones no se da por precios, sino por calidad del servicio. “Las estaciones deben destacarse por la atención que ofrecen. Desde la Cámara hemos promovido programas de capacitación enfocados en excelencia y servicio al cliente”, relató.
Sin embargo, advirtió sobre una amenaza creciente: algunos distribuidores que operan fuera del sistema tradicional de estaciones fijas están imponiendo precios distintos, lo que podría poner en riesgo el equilibrio tarifario. Masís enfatizó que una regulación firme será clave para preservar la estabilidad y evitar distorsiones que afecten al consumidor y a los operadores comprometidos con las reglas del sistema.
0 comentarios