La ciudad de Villeta, Paraguay, se posiciona como un polo estratégico para nuevas inversiones en el sector energético. Una delegación de empresarios internacionales ha llegado al país con la intención de desarrollar una planta de hidrocarburos y petroquímicos, impulsada por la firma GreenAgro, que ya opera en Bolivia y otros mercados de la región.
El plan contempla la instalación de una refinería que generará alrededor de 500 empleos, entre directos e indirectos, y que podría expandirse hacia la exploración de pozos.
Uno de los factores que ha atraído a los inversionistas es el marco legal y fiscal paraguayo, caracterizado por su flexibilidad y previsibilidad. Antonio Álvarez González, representante del consorcio empresarial, destacó que estas condiciones generan confianza.
«Además del buen trato recibido en Paraguay, el país ofrece una facilidad fiscal y legal que nos permite proyectar negocios con seguridad. No solo nosotros, sino empresarios de distintas partes del mundo, hemos decidido apostar por este mercado. Paraguay está en el centro de Sudamérica, lo que facilita la exportación con sello nacional hacia múltiples destinos», señaló Álvarez González.
Esta visión se alinea con los esfuerzos del Gobierno de Santiago Peña por atraer capitales extranjeros, fomentar el desarrollo industrial y generar empleo en sectores estratégicos.
Otra iniciativa de gran impacto es el gasoducto Argentina-Brasil-Paraguay, que busca conectar la formación de Vaca Muerta, en Argentina, con el sur de Brasil y otros mercados regionales. El trazado de 1.050 kilómetros seguiría la ruta bioceánica y evitaría obstáculos geográficos significativos, salvo el cruce del río Paraguay, donde ya se construye un puente para facilitar la infraestructura.
Mauricio Bejarano, viceministro de Minas y Energía, explicó que este corredor energético podría impulsar la provisión de gas natural y la creación de empleos en infraestructura. No obstante, los empresarios del sector advierten que el proyecto requiere una evaluación minuciosa sobre su rentabilidad y su impacto económico.
La Cámara Paraguaya del Gas (Capagas) estima que la recuperación de la inversión tomaría al menos una década, aunque este período dependerá de factores como el precio del producto, la demanda y los márgenes de ganancia. Además, insisten en la necesidad de un trabajo conjunto con el sector privado y la sociedad civil para garantizar que la implementación del gas natural sea beneficiosa para el país.
Más allá del sector hidrocarburífero, Paraguay apuesta también por proyectos alineados con el desarrollo sostenible. La empresa Atome PLC avanza en la construcción de una planta de fertilizantes verdes, con una inversión de USD 1.300 millones y la generación de 2.000 empleos en su fase inicial.
Se estima que, una vez operativa, la planta creará más de 1.100 puestos de trabajo adicionales, entre directos e indirectos. La producción alcanzará unas 260.000 toneladas anuales de fertilizantes verdes, impulsando la industria agrícola y fortaleciendo la estrategia de diversificación económica del país.
0 comentarios