En busca de reducir la contaminación ambiental y de generar vehículos que funcionen con energías limpias, muchos países de latinoamérica; como Paraguay, Uruguay, Honduras, Argentina, Colombia, Panamá, entre otros; han incursionado en el fomento de la electromovilidad e impulsado la instalación del hidrógeno verde. 

En base a esto, muchas Estaciones de Servicio se han adaptado a estas nuevas tecnologías. En conversación con Surtidores Latam, Gabriel Mieres Roldán, especialista en la industria automotriz ha expresado algunos pros y contras en referencia a estas dinámicas. 

“Lo que percibo, poniéndonos en perspectiva, son dos puntos de vista. Hay personas que son más escépticas, que sostienen que este tipo de modalidades no van a prosperar, y después está la posición más abierta que sostiene el cambio. De igual manera, es algo que ya está presente y por más que nos cueste asimilarlo los combustibles fósiles tienden a desaparecer”, señaló. 

A su vez, el sector transporte en América Latina y el Caribe contribuye con aproximadamente el 34% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía, situación que ha desatado graves problemas de salud pública en varias ciudades de la región.

En este sentido, Mieres Roldán expresó que desde su visión, algunos detalles a tener en cuenta a la otra de optar por alguna de estas opciones más sustentables. 

“Actualmente cuando alguien elige un vehículo eléctrico está pagando la batería, la durabilidad de los componentes y el voltaje que soporta, de esto va a depender la autonomía del auto y el tiempo de carga en las Estaciones de Servicio, aunque cada deterioro tiene un gran costo”, sostuvo. 

El mismo agregó: “Hay que aclarar que el tiempo de vida de un auto eléctrico es mucho menor a lo que podría llegar a durar uno con hidrógeno. El auto de hidrógeno tiene casi la misma mecánica que los automóviles tradicionales, funciona con un sistema de combustión interna o también se puede implementar en de manera híbrida”. 

Mieres Roldán relato que “Estamos en una fase de experimentación, no sabemos muy bien cómo se van a dar las cosas”, aunque posteriormente resaltó que la transición al hidrógeno comparado con la movilidad eléctrica, es menor, debido a que el sistema conserva mucho más mano de obra actual porque “el hidrógeno no elimina los elementos móviles de un motor”.