Durante una visita oficial a India, encabezada por el presidente de la República, Santiago Peña, Paraguay consolidó nuevas oportunidades de cooperación internacional en materia energética y tecnológica. La Cámara Paraguaya de Biocombustibles y Energías Renovables (BIOCAP), representada por su presidente Massimiliano Corsi, formó parte de la delegación que desplegó una nutrida agenda con empresarios, representantes del sistema financiero y líderes del sector tecnológico indio.
La misión buscó no solo abrir puertas para futuras inversiones, sino también mostrar el potencial del país en áreas como la agroindustria sostenible, la innovación y, especialmente, los biocombustibles. Las reuniones sostenidas permitieron identificar intereses compartidos, en un contexto en el que la transición hacia fuentes de energía más limpias representa una prioridad global.
Uno de los anuncios más relevantes durante la estadía fue el acuerdo entre la empresa paraguaya ENERSUR S.A. y la compañía india Praj Industries para la construcción de una nueva planta de etanol en el departamento de Canindeyú. El proyecto contempló una inversión nacional de 150 millones de dólares y fue diseñado para operar con una capacidad diaria de producción de 600.000 litros de etanol, utilizando tecnología de bajas emisiones.
Desde BIOCAP, celebraron este anuncio, ya que da muestras claras de un paso concreto hacia el fortalecimiento del sector de los biocarburantes en el país. Corsi expresó a Surtidores Lata, que esta iniciativa reflejó no solo una apuesta por la infraestructura y la tecnología de avanzada, sino también una muestra de confianza en el potencial energético del Paraguay y en su capacidad para atraer inversiones productivas de largo plazo.
La producción de esta alternativa ha tenido un papel creciente en la estrategia de desarrollo nacional. Su integración en la matriz energética no solo ha permitido reducir la dependencia de combustibles importados, sino que ha generado valor agregado en sectores rurales, al vincular directamente la producción agrícola con la transformación industrial. En este sentido, la futura planta de Canindeyú es concebida como un nodo que conectaría distintos eslabones de la cadena: desde el cultivo de materia prima, pasando por la logística, hasta la generación de empleo local.
Según señaló Corsi, se espera que este proyecto genere un efecto multiplicador en términos de desarrollo territorial. Además del impacto económico directo, la planta representa una plataforma para futuras inversiones vinculadas a nuevas formas de biocombustibles, como el SAF (sustainable aviation fuel), una opción que ya forma parte de las discusiones globales sobre sostenibilidad y transporte aéreo.
Durante la misión, se reafirmó la importancia de avanzar hacia una industria energética más diversificada, que permitiera al país responder a los desafíos ambientales sin perder de vista el crecimiento económico.
El gremio, desde su rol institucional, manifestó su intención de trabajar para que esta experiencia pueda replicarse con otras empresas del sector. “Nuestro objetivo es que este tipo de proyectos se multipliquen, generando más oportunidades, más empleo y mayor seguridad energética”, finalizó Corsi.
0 comentarios